Paso 1: Precalentar el horno

Precalienta el horno a 200°C. Esto es esencial para que las zanahorias se cocinen de manera uniforme y se doren adecuadamente.

Paso 2: Preparar las zanahorias

Coloca las zanahorias peladas y cortadas en una bandeja para hornear. Rocía las zanahorias con 3 cucharadas de aceite de oliva y sazona con sal y pimienta al gusto. Asegúrate de mezclarlas bien para que el aceite, la sal y la pimienta cubran uniformemente todas las zanahorias.

Paso 3: Hornear las zanahorias

Hornea las zanahorias durante 25-30 minutos. A la mitad del tiempo de cocción (aproximadamente después de 15 minutos), remueve las zanahorias para asegurar una cocción uniforme. Deben estar tiernas y doradas ligeramente por fuera.

Paso 4: Preparar la mezcla de mantequilla de ajo y miel

Mientras las zanahorias se asan, derrite 2 cucharadas de mantequilla en una sartén pequeña a fuego medio-bajo. Añade los 3 dientes de ajo picados y cocínalos durante 2-3 minutos, removiendo constantemente para evitar que se quemen. El ajo debe volverse fragante pero no dorarse. Luego, añade las 2 cucharadas de miel y mezcla bien.

Paso 5: Mezclar las zanahorias con la mantequilla de ajo y miel

Una vez que las zanahorias estén listas, sácalas del horno y colócalas en un tazón grande. Vierte la mezcla caliente de mantequilla, ajo y miel sobre las zanahorias y mezcla suavemente para cubrirlas por completo.

Paso 6: Decorar con perejil

Espolvorea las zanahorias con 2 cucharadas de perejil fresco picado justo antes de servir. Esto le dará un toque fresco y un color vibrante al plato.