1. Preparar la masa:

En un bol grande, mezcla los ingredientes secos: el azúcar común, la harina y la sal. En otro recipiente pequeño, disuelve los 30 g de levadura en el agua tibia (o leche tibia si prefieres una masa más esponjosa). Vierte la mezcla de levadura en el bol grande y empieza a incorporar los ingredientes, amasando con las manos.

Una vez que la mezcla comience a tomar forma, agrega los 100 g de manteca. Amasa hasta que todos los ingredientes se integren y obtengas una masa uniforme, lisa y sin grumos.

2. Amasar la masa:

Extiende la masa sobre una superficie enharinada con la ayuda de un rodillo. Dóblala sobre sí misma y vuelve a amasar. Repite este proceso unas 10 veces para desarrollar el gluten de la harina. Esto dará como resultado una masa más suave y elástica.

3. Dejar descansar:

Coloca la masa en un bol, cúbrela con un paño limpio y húmedo, y déjala reposar durante unos 15 minutos. Este paso es fundamental para que la masa se relaje, facilitando su manipulación en los siguientes pasos.

4. Formar los discos:

Una vez que la masa haya reposado, extiéndela nuevamente sobre la superficie enharinada con un grosor de aproximadamente 1 cm. Con un cortador de galletas redondo (o un vaso), corta discos de 5 cm de diámetro. Coloca los discos en una bandeja para horno previamente engrasada o forrada con papel de horno, dejando un poco de espacio entre cada disco.

5. Leudar:

Deja que los discos de masa reposen nuevamente en la bandeja durante aproximadamente 30-40 minutos o hasta que dupliquen su tamaño. Este paso es esencial para que las tortitas negras resulten esponjosas.

6. Preparar la cobertura:

Mientras los discos están leudando, prepara la cobertura. En un bol, mezcla los 500 g de azúcar moreno, los 160 g de harina y los 100 g de azúcar común. Esta mezcla será lo que le dará el característico sabor y textura crujiente a las tortitas negras.

7. Cubrir los discos:

Una vez que los discos hayan crecido lo suficiente, toma porciones generosas de la mezcla de cobertura y cubre cada disco de masa con ella, presionando ligeramente para que se adhiera bien.

8. Hornear:

Precalienta el horno a 180°C (350°F) y hornea las tortitas negras durante aproximadamente 25 minutos, o hasta que los bordes estén dorados y la cobertura se haya caramelizado ligeramente. El tiempo puede variar dependiendo de tu horno, así que es importante que vigiles el proceso de horneado.

9. Enfriar y servir:

Saca las tortitas del horno y déjalas enfriar sobre una rejilla antes de servirlas. Aunque puedes disfrutarlas aún tibias, su textura mejora al enfriarse.