Ingredients
- 2 huevos: Actúan como aglutinante para mantener la mezcla unida mientras se fríen las tortitas.
- Sal y pimienta al gusto: Añaden sazón básica que resalta los sabores de los ingredientes.
- 1/2 taza de pan rallado: Proporciona estructura y ayuda a que las tortitas queden crujientes por fuera.
- 3 zanahorias medianas, ralladas: El ingrediente principal que aporta dulzura y color a las tortitas.
- 200 g de queso rallado (cheddar, mozzarella o un mix): Añade cremosidad y un sabor irresistible. Puedes usar el queso de tu preferencia.
- 2 cucharadas de harina de trigo: Ayuda a dar cuerpo a la mezcla y hace que las tortitas se mantengan firmes.
- 1 diente de ajo, picado: Aporta un toque de sabor fuerte y aromático.
- 1 cucharada de perejil fresco picado: Añade frescura y un toque herbáceo al plato.
- Aceite de oliva para freír: Necesario para cocinar las tortitas y darles una textura dorada y crujiente.
Instructions
1. Mezclar los ingredientes
En un bol grande, combina las zanahorias ralladas con el queso rallado, los huevos, el pan rallado, la harina, el ajo picado y el perejil fresco. Asegúrate de mezclar bien todos los ingredientes hasta obtener una masa homogénea. Esto asegurará que cada tortita tenga un buen equilibrio de zanahoria y queso.
Sazona la mezcla con sal y pimienta al gusto. Prueba un poco para asegurarte de que está a tu gusto, ya que la cantidad de sal puede variar dependiendo del tipo de queso que uses (por ejemplo, el cheddar tiende a ser más salado que la mozzarella).
2. Formar las tortitas
Con la mezcla lista, es hora de darle forma a las tortitas. Toma pequeñas porciones de la mezcla (aproximadamente el tamaño de una cucharada grande) y forma pequeñas bolas. Luego, aplástalas ligeramente para darles la forma de tortitas.
Coloca las tortitas formadas en un plato, listas para freír. Es importante que las tortitas no sean demasiado gruesas para asegurar que se cocinen bien por dentro sin quemarse por fuera.
3. Freír las tortitas
Calienta una sartén grande a fuego medio y añade un poco de aceite de oliva. Debe haber suficiente aceite para cubrir ligeramente el fondo de la sartén, lo que ayudará a que las tortitas se doren y queden crujientes.
Cuando el aceite esté caliente, añade las tortitas a la sartén, asegurándote de no abarrotar la sartén para que puedan freírse uniformemente. Cocina las tortitas durante 3-4 minutos por cada lado, o hasta que estén bien doradas y crujientes. Debes notar que el queso se derrite ligeramente, creando una deliciosa costra dorada alrededor de las tortitas.
4. Escurrir el exceso de aceite
Una vez que las tortitas estén listas, retíralas de la sartén y colócalas sobre un plato cubierto con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Esto también ayudará a mantener las tortitas crujientes.
5. Servir
Sirve las tortitas calientes, directamente del sartén a la mesa. Puedes acompañarlas con una ensalada fresca, una salsa ligera de yogurt o una mayonesa casera para complementar los sabores. Estas tortitas también son excelentes como aperitivo en una reunión o como acompañamiento en una comida principal.