Tarta de Queso de la Abuela: Una Delicia Tradicional

Introducción

La tarta de queso de la abuela es un postre que ha pasado de generación en generación, ofreciendo un sabor suave y cremoso que evoca la nostalgia de las cocinas tradicionales. Con una combinación de ingredientes simples pero irresistibles como el queso cremoso, la nata y un toque de caramelo líquido, esta receta es perfecta para cualquier ocasión especial. Además, su preparación no requiere habilidades avanzadas de repostería, lo que la convierte en una opción ideal tanto para cocineros principiantes como expertos.

En este artículo, exploraremos todos los detalles necesarios para preparar esta deliciosa tarta, desde sus ingredientes hasta las posibles variaciones. También veremos su origen y la mejor manera de disfrutarla. ¡Vamos a ello!

Resumen de la Receta

La tarta de queso de la abuela destaca por su textura suave y cremosa, gracias a la mezcla de nata y queso cremoso. El caramelo líquido en la base le da un toque dulce y brillante que contrasta maravillosamente con el relleno. Esta receta, aunque simple, es un clásico que siempre complace, ideal para cerrar una comida familiar o sorprender a los invitados en una ocasión especial.

Historia y Origen

La tarta de queso ha existido en diferentes formas alrededor del mundo durante siglos. En Europa, las primeras versiones se remontan a la antigua Grecia, pero la receta tal como la conocemos hoy en día se ha popularizado en diferentes regiones de España. Esta versión en particular, conocida como “tarta de queso de la abuela”, es una adaptación casera que ha sido perfeccionada en muchos hogares a lo largo de los años. Aunque no tiene un origen exacto, se ha convertido en un símbolo de las recetas tradicionales, transmitidas de abuelas a nietos, conservando ese sabor reconfortante que recuerda a los tiempos familiares.

Ingredientes

  • 130 g de azúcar: Proporciona el dulzor esencial a la tarta.
  • 200 g de leche: Mejora la consistencia y suavidad de la mezcla.
  • 2 sobres de cuajada en polvo: Ayuda a espesar la mezcla y dar cuerpo a la tarta.
  • 500 g de nata (35% de grasa): Aporta cremosidad y una textura suave al postre.
  • 250 g de queso cremoso (tipo Philadelphia): La base de sabor principal de la tarta.
  • 70-80 g de caramelo líquido: Añade un toque dulce y un bonito acabado visual.
  • 8-10 galletas maría (opcional): Para quienes prefieren una base crujiente en su tarta.

Instrucciones Paso a Paso

  1. Preparación de la mezcla de queso:
    • En un cazo grande, combina la nata, el queso cremoso, el azúcar y la leche. Calienta la mezcla a fuego medio, removiendo constantemente para asegurarte de que todos los ingredientes se integren bien y no se peguen al fondo del cazo.
  2. Incorporación de la cuajada:
    • Una vez que la mezcla sea homogénea y esté bien calentada, añade los dos sobres de cuajada en polvo. Sigue removiendo para evitar que se formen grumos. Es importante que la cuajada se disuelva completamente para obtener una textura suave.
  3. Calentamiento y espesado:
    • Deja que la mezcla llegue a hervir suavemente, pero baja el fuego y sigue removiendo durante unos minutos más. Este paso asegura que la cuajada haga efecto y la mezcla comience a espesar.
  4. Preparación del molde:
    • Mientras la mezcla de queso se enfría ligeramente, cubre la base de un molde con el caramelo líquido. Este será el fondo de la tarta una vez que la desmoldes, por lo que es importante extenderlo de manera uniforme.
  5. Vierte la mezcla en el molde:
    • Vierte cuidadosamente la mezcla de queso y nata sobre el caramelo en el molde. Si deseas una base crujiente, este es el momento para añadir las galletas maría. Colócalas sobre la mezcla y presiona ligeramente para que se adhieran.
  6. Enfriado y refrigeración:
    • Deja enfriar la tarta a temperatura ambiente hasta que pierda el calor inicial. Luego, refrigérala durante al menos 4 horas, o preferiblemente toda la noche, para que se endurezca y adquiera la textura deseada.
  7. Desmoldado y presentación:
    • Una vez que la tarta esté bien fría y firme, desmóldala invirtiendo el molde sobre un plato. El caramelo debe quedar en la parte superior, creando un hermoso acabado brillante.

Sugerencias para Servir y Acompañar

Esta tarta es perfecta por sí sola, pero puedes elevarla con algunos acompañamientos o maridajes:

  • Frutas frescas: Fresas, frambuesas o arándanos añaden un contraste ácido que complementa la dulzura de la tarta.
  • Café o té: Esta tarta se sirve maravillosamente con una taza de café recién hecho o un té de hierbas.
  • Helado de vainilla: Para un toque extra indulgente, añade una bola de helado de vainilla al lado de cada porción.

Variaciones de la Receta

  1. Tarta de queso con mermelada: En lugar de caramelo, puedes cubrir la tarta con una capa de mermelada de frutas, como fresa o arándano, para darle un toque afrutado.
  2. Base de galletas: Si prefieres una base más crujiente, puedes triturar las galletas maría y mezclarlas con mantequilla derretida antes de colocarlas en la base del molde, creando una corteza tipo cheesecake tradicional.
  3. Versión ligera: Para hacer una versión más ligera, puedes utilizar nata y queso cremoso bajos en grasa, aunque la textura final puede ser ligeramente menos cremosa.

Beneficios para la Salud

Aunque esta tarta de queso es una indulgencia, tiene algunos beneficios nutricionales cuando se consume con moderación:

  • Calcio: El queso y la leche son buenas fuentes de calcio, esencial para la salud ósea.
  • Proteínas: Gracias al queso cremoso y la leche, esta tarta también aporta proteínas.
  • Sin horno: Al no necesitar cocción en horno, mantiene algunas propiedades de los ingredientes sin someterlos a altas temperaturas.

Preguntas Frecuentes

1. ¿Puedo usar otro tipo de queso?

Sí, aunque el queso cremoso tipo Philadelphia es el más común para esta receta, puedes experimentar con quesos suaves o mascarpone, que también aportarán una textura cremosa.

2. ¿Se puede congelar la tarta de queso?

Sí, puedes congelarla, pero es mejor hacerlo antes de añadir cualquier cobertura. Cuando la descongeles, hazlo en el refrigerador y luego añade el caramelo o cualquier otro topping.

3. ¿Puedo hacer esta receta sin cuajada?

La cuajada es clave para espesar la mezcla, pero puedes sustituirla por gelatina sin sabor. Sin embargo, la textura será un poco diferente.

4. ¿Cómo evitar que la tarta se agriete?

Remover constantemente durante la cocción y no someter la mezcla a cambios bruscos de temperatura son claves para evitar que la tarta se agriete.

Conclusión

La tarta de queso de la abuela es un postre delicioso y fácil de preparar que seguro conquistará a toda la familia. Con su textura suave y cremosa, el contraste del caramelo dulce y la posibilidad de personalizarla con diferentes variaciones, es una receta que merece un lugar en tu repertorio. Además, no solo es un postre reconfortante, sino que también ofrece algunos beneficios nutricionales gracias a sus ingredientes ricos en calcio y proteínas.

Disfruta de este clásico en cualquier ocasión y no dudes en probar nuevas versiones para adaptarla a tu gusto personal.

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Tarta de Queso de la Abuela: Una Delicia Tradicional


  • Author: Sofia

Ingredients

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  • 130 g de azúcar: Proporciona el dulzor esencial a la tarta.
  • 200 g de leche: Mejora la consistencia y suavidad de la mezcla.
  • 2 sobres de cuajada en polvo: Ayuda a espesar la mezcla y dar cuerpo a la tarta.
  • 500 g de nata (35% de grasa): Aporta cremosidad y una textura suave al postre.
  • 250 g de queso cremoso (tipo Philadelphia): La base de sabor principal de la tarta.
  • 7080 g de caramelo líquido: Añade un toque dulce y un bonito acabado visual.
  • 810 galletas maría (opcional): Para quienes prefieren una base crujiente en su tarta.

Instructions

  • Preparación de la mezcla de queso:
    • En un cazo grande, combina la nata, el queso cremoso, el azúcar y la leche. Calienta la mezcla a fuego medio, removiendo constantemente para asegurarte de que todos los ingredientes se integren bien y no se peguen al fondo del cazo.
  • Incorporación de la cuajada:
    • Una vez que la mezcla sea homogénea y esté bien calentada, añade los dos sobres de cuajada en polvo. Sigue removiendo para evitar que se formen grumos. Es importante que la cuajada se disuelva completamente para obtener una textura suave.
  • Calentamiento y espesado:
    • Deja que la mezcla llegue a hervir suavemente, pero baja el fuego y sigue removiendo durante unos minutos más. Este paso asegura que la cuajada haga efecto y la mezcla comience a espesar.
  • Preparación del molde:
    • Mientras la mezcla de queso se enfría ligeramente, cubre la base de un molde con el caramelo líquido. Este será el fondo de la tarta una vez que la desmoldes, por lo que es importante extenderlo de manera uniforme.
  • Vierte la mezcla en el molde:
    • Vierte cuidadosamente la mezcla de queso y nata sobre el caramelo en el molde. Si deseas una base crujiente, este es el momento para añadir las galletas maría. Colócalas sobre la mezcla y presiona ligeramente para que se adhieran.
  • Enfriado y refrigeración:
    • Deja enfriar la tarta a temperatura ambiente hasta que pierda el calor inicial. Luego, refrigérala durante al menos 4 horas, o preferiblemente toda la noche, para que se endurezca y adquiera la textura deseada.
  • Desmoldado y presentación:
    • Una vez que la tarta esté bien fría y firme, desmóldala invirtiendo el molde sobre un plato. El caramelo debe quedar en la parte superior, creando un hermoso acabado brillante.

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