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Tarta de Queso Cremosa: La Delicia Perfecta para los Amantes del Queso


  • Author: Sofia

Description

La Tarta de Queso Cremosa se caracteriza por su base crujiente de galletas y un relleno suave y esponjoso elaborado con queso mascarpone, queso crema, nata y huevos. El resultado es un postre de textura ligera pero sustanciosa, con un delicioso equilibrio de sabores. Esta versión casera de la clásica tarta de queso es sencilla de hacer, perfecta para cualquier evento especial o simplemente para consentirse en casa.


Ingredients

Scale

Para la base:

  • 30 galletas tipo María
  • 90 g de mantequilla derretida

Para la mezcla de la tarta:

  • 250 g de queso mascarpone
  • 250 g de queso crema natural
  • 300 g de nata líquida para postres (con 35% de materia grasa)
  • 1 cucharadita rasa de maicena
  • Un chorrito de leche
  • 3 huevos
  • 5 cucharadas soperas de azúcar

Instructions

A continuación, te explicamos cómo preparar esta deliciosa Tarta de Queso Cremosa en pocos pasos sencillos:

1. Precalentar el horno:

Antes de empezar con la preparación de la tarta, es fundamental precalentar el horno a 180°C. Esto garantiza que el calor sea uniforme al momento de hornear.

2. Preparar la base de galletas:

  • Tritura las galletas: Coloca las galletas tipo María en un robot de cocina y tritúralas hasta obtener un polvo fino. Si no tienes un procesador de alimentos, también puedes colocar las galletas en una bolsa hermética y triturarlas con un rodillo.
  • Añadir la mantequilla: Derrite los 90 g de mantequilla y mézclala con las galletas trituradas hasta formar una mezcla homogénea y húmeda.
  • Forrar el molde: Vierte la mezcla de galletas y mantequilla en un molde alto para tarta (preferiblemente de 22-24 cm de diámetro). Con ayuda de una cuchara o con los dedos, presiona la mezcla en el fondo del molde para que quede bien compacta y uniforme. Una vez lista, reserva en la nevera mientras preparas el relleno.

3. Preparar la mezcla de queso:

  • Batir los huevos y el azúcar: En un bol grande, bate los 3 huevos junto con las 5 cucharadas de azúcar hasta que estén bien integrados y la mezcla se vea cremosa.
  • Añadir los quesos: Incorpora los 250 g de queso mascarpone y los 250 g de queso crema natural a la mezcla de huevos. Con una batidora eléctrica o manualmente, bate hasta obtener una crema suave y sin grumos.

4. Añadir los ingredientes líquidos:

  • Incorporar la maicena y la nata: Añade la cucharadita rasa de maicena y mezcla bien. Luego, incorpora los 300 g de nata líquida para postres, que debe tener al menos un 35% de materia grasa para garantizar la textura cremosa de la tarta. Añade también un chorrito de leche para aligerar un poco la mezcla.
  • Batir a baja velocidad: Bate la mezcla a velocidad baja o manualmente hasta que todos los ingredientes estén bien integrados y tengas una mezcla homogénea.

5. Montar la tarta:

  • Vierte la mezcla: Saca el molde con la base de galletas de la nevera. Vierte con cuidado la mezcla de queso sobre la base de galletas, utilizando una espátula para alisar la superficie si es necesario.
  • Nivelar la tarta: Asegúrate de que la mezcla quede nivelada en el molde para que la cocción sea uniforme.

6. Hornear:

  • Horneado inicial: Coloca el molde en la parte media del horno precalentado a 170-180°C. Hornea durante unos 30-40 minutos, dependiendo de tu horno. Si la parte superior comienza a dorarse demasiado rápido, cúbrela con papel de aluminio para evitar que se queme.
  • Comprobar cocción: Para verificar si la tarta está lista, introduce un palillo o cuchillo en el centro. Si sale limpio, significa que la tarta está cocida. Si aún está un poco líquida, déjala unos minutos más en el horno, pero ten cuidado de no cocinarla en exceso.

7. Dejar enfriar:

  • Enfriar a temperatura ambiente: Una vez que la tarta esté cocida, retírala del horno y deja que se enfríe completamente a temperatura ambiente antes de desmoldarla.
  • Refrigerar: Para obtener la mejor textura y sabor, refrigera la tarta de queso durante al menos 4 horas, preferiblemente toda la noche. Esto permitirá que los sabores se asienten y la tarta adquiera una textura más firme y cremosa.

8. Servir:

  • Cortar y disfrutar: Después de refrigerar, desmolda la tarta y sírvela en porciones generosas. Puedes decorarla con frutas frescas como fresas o frambuesas, o acompañarla con una salsa de frutos rojos para darle un toque de acidez que contraste con la cremosidad del queso.