1. Preparar la Base

• Tritura las galletas tipo María hasta obtener migas finas.
• En un tazón, mezcla las galletas trituradas con la mantequilla derretida hasta que las migas estén bien impregnadas.
• Vierte la mezcla en el fondo de un molde para tartas, presionando firmemente con las manos o el dorso de una cuchara para formar una base uniforme.
• Lleva el molde al refrigerador durante 15 minutos para que la base se endurezca.

2. Hacer la Mezcla de Queso

• En un tazón grande, bate el queso crema con una batidora hasta que esté suave y sin grumos.
• Agrega la leche condensada poco a poco y sigue batiendo hasta obtener una mezcla homogénea.
• Incorpora la vainilla y mezcla nuevamente.

3. Añadir la Piña

• Escurre bien los trozos de piña enlatada para evitar exceso de líquido en la mezcla.
• Agrega los trozos de piña a la mezcla de queso y revuelve suavemente con una espátula, cuidando de no deshacer los trozos.

4. Montar la Crema

• En otro tazón, bate la crema para batir hasta que forme picos suaves. Este paso es importante para lograr una textura ligera en la tarta.
• Incorpora la crema batida a la mezcla de queso y piña con movimientos envolventes. Esto permitirá que la mezcla quede suave y aireada.

5. Montar la Tarta

• Saca el molde del refrigerador y vierte la mezcla de queso, piña y crema sobre la base de galletas que ya debe estar firme.
• Usa una espátula para alisar la superficie de la tarta.
• Refrigera la tarta durante al menos 4 horas o hasta que esté bien firme. Este paso es esencial para que la tarta adquiera la consistencia adecuada.

6. Decorar y Servir

• Justo antes de servir, decora la tarta con rodajas de piña para darle un toque fresco y atractivo.
• Corta en porciones y disfruta de este delicioso postre frío.