Ingredients
Scale
Para hacer una cantidad suficiente de salsa bechamel para una lasaña de tamaño estándar (para 6-8 personas), necesitarás:
- 4 cucharadas de mantequilla
- 4 cucharadas de harina
- 4 tazas de leche (entera o semi-descremada)
- Sal al gusto
- Pimienta blanca al gusto (la pimienta blanca es preferida para mantener el color blanco de la salsa)
- Una pizca de nuez moscada (opcional, pero recomendable para un sabor más complejo)
Instructions
A continuación, te explicamos cómo hacer la salsa bechamel de manera fácil y detallada:
- Derrite la mantequilla:
- En una cacerola mediana a fuego medio, derrite las 4 cucharadas de mantequilla. Asegúrate de no quemarla; lo ideal es que la mantequilla burbujee ligeramente sin dorarse.
- Prepara el roux:
- Añade las 4 cucharadas de harina a la mantequilla derretida y comienza a revolver de inmediato con un batidor de mano. Este paso es crucial, ya que estamos formando el “roux”, que es una pasta espesa que servirá para espesar la salsa.
- Cocina el roux durante 2-3 minutos, revolviendo constantemente, hasta que adquiera un color ligeramente dorado, pero sin que se queme.
- Añade la leche gradualmente:
- Comienza a agregar 1 taza de leche a la vez, sin dejar de batir. Es importante hacerlo gradualmente para evitar que se formen grumos.
- A medida que agregas más leche, la mezcla se irá suavizando. Continúa añadiendo leche hasta que hayas incorporado las 4 tazas.
- Espesa la salsa:
- Sigue cocinando la mezcla a fuego medio, batiendo constantemente. A medida que la mezcla se calienta, comenzará a espesar. Este proceso puede tomar de 10 a 15 minutos.
- La salsa estará lista cuando tenga una consistencia espesa y cremosa, capaz de cubrir el dorso de una cuchara de manera uniforme. Si la salsa se espesa demasiado, puedes añadir un poco más de leche para diluirla.
- Sazona la salsa:
- Una vez que la salsa haya alcanzado la consistencia deseada, retira la cacerola del fuego y añade sal y pimienta blanca al gusto.
- Si deseas darle un toque más aromático y tradicional, agrega una pizca de nuez moscada. Aunque es opcional, la nuez moscada aporta un sabor cálido y un aroma que complementa bien los ingredientes de la lasaña.