1. Mezcla los ingredientes secos:

El primer paso para preparar este pan es combinar todos los ingredientes secos.

• En un bol grande, tamiza la harina, el polvo de hornear y la sal.
• Si has decidido utilizar azúcar, agrégala también en este momento. El azúcar ayudará a darle un ligero dulzor al pan, pero puedes omitirla si prefieres un sabor más neutro o salado.

2. Agrega los ingredientes húmedos:

Una vez que los ingredientes secos estén bien mezclados:

• Haz un hueco en el centro de la mezcla de harina.
• Vierte los 150 ml de agua tibia en el hueco, junto con las 2 cucharadas de aceite de oliva (si decides usarlo). El aceite es opcional, pero añadirá sabor y suavidad a la masa.
• Mezcla todo bien hasta obtener una masa suave. Debe quedar manejable y no pegajosa.

3. Amasado rápido:

No necesitas amasar durante mucho tiempo, solo lo suficiente para que los ingredientes se integren completamente:

• Coloca la masa sobre una superficie ligeramente enharinada.
• Amasa durante unos 2-3 minutos. Esto ayudará a desarrollar ligeramente la estructura del pan, pero no es necesario un amasado prolongado.

4. Dividir la masa:

Para hacer los panes individuales:

• Divide la masa en 4 o 6 bolitas, dependiendo del tamaño que desees para cada pan. Si prefieres panes más pequeños, haz más porciones.
• Aplana cada bolita con las manos o usa un rodillo para formar discos de aproximadamente 1 cm de grosor. No necesitas que sean perfectos, pero trata de que todos tengan un tamaño y grosor similar para que se cocinen de manera uniforme.

5. Cocción en sartén:

La clave de esta receta es que el pan se cocina en sartén, no en horno:

• Calienta una sartén antiadherente a fuego medio.
• No es necesario agregar aceite, pero si lo prefieres, puedes engrasar ligeramente la sartén con un poco de aceite para evitar que se peguen.
• Coloca los discos de masa en la sartén caliente. Cocina cada pan durante unos 2-3 minutos por cada lado, hasta que se doren y estén bien cocidos por dentro. Sabes que están listos cuando al golpearlos ligeramente suenen huecos.

Es importante que la temperatura de la sartén no sea demasiado alta para que los panes no se quemen por fuera antes de cocinarse completamente por dentro.

6. Servir:

¡Tu pan está listo!

• Sirve caliente para disfrutarlo al máximo. Puedes acompañarlo con mantequilla, queso, mermelada o cualquier otro ingrediente de tu preferencia.

Si tienes algún pan sobrante, guárdalo en un recipiente hermético para mantenerlo fresco. Para recalentarlo, simplemente colócalo unos segundos en la sartén nuevamente.