Ingredients
- 2 litros de leche entera: Es el ingrediente principal del queso. La leche entera proporciona suficiente grasa para dar al queso una textura rica y cremosa.
- 1 cucharadita de sal: Para sazonar el queso, dando un toque de sabor sin abrumar.
- 1/4 taza de agua: Se utiliza para disolver el ácido cítrico si decides usarlo como agente acidificante.
- 1/4 taza de vinagre blanco o jugo de limón: Este es el agente acidificante que provocará que la leche se cuaje. Puedes elegir entre vinagre, jugo de limón o ácido cítrico, dependiendo de tus preferencias y lo que tengas a mano.
Instructions
Paso 1: Preparar la Leche
Para comenzar, debes calentar la leche. En una cacerola grande, vierte los 2 litros de leche entera y caliéntala a fuego medio, removiendo de vez en cuando para evitar que se pegue o se queme en el fondo. Debes llevar la leche a una temperatura de aproximadamente 85°C (185°F). Si no tienes un termómetro, sabrás que está lista cuando empiecen a formarse pequeñas burbujas en los bordes de la cacerola, pero la leche no debe hervir.
Paso 2: Añadir el Ácido
Una vez que la leche haya alcanzado la temperatura adecuada, es el momento de añadir el ácido que hará que la leche cuaje. Puedes usar vinagre blanco, jugo de limón o ácido cítrico. Si usas ácido cítrico, primero disuélvelo en 1/4 taza de agua.
Con la leche aún caliente, añade lentamente el vinagre o jugo de limón (o la solución de ácido cítrico) mientras remueves suavemente. Notarás que la leche comenzará a cuajarse casi de inmediato, formando grumos (conocidos como cuajada) y separándose del suero. Sigue removiendo suavemente durante un par de minutos hasta que toda la leche se haya cuajado.
Paso 3: Dejar Reposar
Después de que la leche se haya cuajado por completo y puedas ver claramente la separación del suero (un líquido amarillento), retira la cacerola del fuego. Cubre la cacerola y deja reposar la mezcla durante 5 a 10 minutos para permitir que la cuajada se asiente adecuadamente.
Paso 4: Colar el Queso
El siguiente paso es separar la cuajada del suero. Coloca un colador grande sobre un recipiente y cúbrelo con una tela de queso (o un paño limpio de cocina si no tienes tela de queso). Vierte con cuidado la cuajada en el colador. El suero comenzará a escurrir a través de la tela, dejando la cuajada en la parte superior.
Si deseas un queso más firme, puedes dejar que se escurra más tiempo. También puedes presionar suavemente la cuajada con el dorso de una cuchara para ayudar a eliminar el exceso de suero.
Paso 5: Sazonar y Enfriar
Una vez que la cuajada haya escurrido bien y esté en su punto, transfiérela a un bol. Añade 1 cucharadita de sal y mezcla bien para que el queso quede sazonado uniformemente.
Deja que el queso se enfríe a temperatura ambiente antes de refrigerarlo. Si bien puedes comer el queso fresco después de unas horas en la nevera, para obtener una mejor textura y sabor es recomendable dejarlo reposar durante al menos 24 horas.
Paso 6: Servir
¡Y ya está! Ahora tienes un delicioso queso fresco casero listo para disfrutar. Este queso es muy versátil y se puede usar en una variedad de recetas o simplemente disfrutarlo solo. Tiene una textura suave y un sabor delicado que combina bien con casi cualquier platillo.