1. Preparar el Caramelo:

1. En una cacerola pequeña, añade los 100 gramos de azúcar y los 50 ml de agua.
2. Cocina a fuego medio, sin remover, hasta que el azúcar se derrita y comience a tomar un color dorado intenso. Esto puede tardar unos 5-7 minutos.
3. Una vez el caramelo esté listo, retíralo del fuego inmediatamente para evitar que se queme y viértelo en un molde metálico. Esparce el caramelo de manera uniforme por el fondo y las paredes del molde, inclinando el recipiente cuidadosamente. Ten cuidado de no quemarte, ya que el caramelo estará muy caliente.
4. Deja que el caramelo se enfríe y se endurezca por completo antes de agregar la mezcla del quesillo.

2. Preparar la Mezcla del Quesillo:

1. En un bowl grande, rompe los 8 huevos y bate ligeramente.
2. Añade los 200 gramos de azúcar y sigue batiendo hasta que la mezcla comience a aclararse y esté bien integrada.
3. A continuación, vierte el litro de leche y agrega la cucharadita de esencia de vainilla.
4. Bate todos los ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea y sin grumos. No es necesario batir demasiado, solo lo suficiente para que los ingredientes se combinen bien.

3. Montar el Quesillo:

1. Vierte la mezcla de leche y huevos en el molde caramelizado. Para evitar que el caramelo se mezcle con la mezcla del quesillo, hazlo suavemente.
2. Precalienta el horno a 180°C.

4. Cocinar al Baño María:

1. Coloca el molde con la mezcla del quesillo dentro de un recipiente más grande que puedas llenar con agua caliente. Esto es lo que se conoce como cocción al baño maría, lo cual permite que el quesillo se cocine de manera uniforme y mantenga su textura suave.
2. Llena el recipiente grande con agua caliente, cubriendo aproximadamente hasta la mitad del molde del quesillo.
3. Lleva el conjunto al horno precalentado y cocina durante unos 30-40 minutos, o hasta que al introducir un palillo en el centro del quesillo, éste salga limpio. El tiempo de cocción puede variar ligeramente dependiendo del horno.
4. Una vez listo, retira el molde del horno y deja enfriar a temperatura ambiente.

5. Enfriar y Desmoldar:

1. Una vez el quesillo esté a temperatura ambiente, refrigéralo por al menos 4 horas, preferiblemente durante toda la noche, para que adquiera la consistencia firme característica.
2. Para desmoldar, pasa un cuchillo por los bordes del molde para despegar el quesillo. Coloca un plato grande sobre el molde y voltéalo con cuidado para que el quesillo caiga sobre el plato y el caramelo lo cubra.

6. Servir:

Corta el quesillo en porciones y sírvelo frío. Puedes acompañarlo con dulce de leche, frutas frescas, o incluso galletas trituradas para añadir un toque crujiente.