1. Preparar los ingredientes:

Antes de comenzar, asegúrate de tener todos los ingredientes listos. Pica finamente el ajo y la cebolla, y corta los pimientos en tiras o cubos pequeños. Los tomates deben estar bien picados.

2. Dorar el pollo:

En una sartén grande o cacerola, calienta un par de cucharadas de aceite de oliva a fuego medio-alto. Añade las pechugas de pollo y cocina durante unos 4-5 minutos por cada lado, o hasta que estén doradas por ambos lados. Este paso es importante para sellar los jugos del pollo. Una vez doradas, retira las pechugas de la sartén y resérvalas en un plato.

3. Sofreír las verduras:

En la misma sartén, añade un poco más de aceite de oliva si es necesario. Luego, agrega el ajo, la cebolla, el pimiento rojo y el pimiento verde. Sofríe las verduras durante unos 5-7 minutos, hasta que estén tiernas y ligeramente caramelizadas.

4. Añadir los tomates:

Agrega los tomates picados a la sartén y cocina durante otros 3-4 minutos, hasta que comiencen a deshacerse y formar una salsa. Revuelve ocasionalmente para asegurarte de que las verduras no se peguen al fondo.

5. Cocinar el pollo en la salsa:

Devuelve las pechugas de pollo doradas a la sartén, colocándolas sobre la mezcla de verduras. Añade la taza de caldo de pollo y la media taza de agua o caldo adicional. Incorpora el pimentón dulce y sazona con sal y pimienta al gusto. Lleva la mezcla a ebullición, luego reduce el fuego a medio-bajo.

6. Cocción lenta:

Tapa la sartén y deja cocinar a fuego lento durante 20-25 minutos, o hasta que el pollo esté completamente cocido y la salsa se haya reducido ligeramente. Si la salsa se reduce demasiado rápido, puedes añadir un poco más de caldo o agua.

7. Rectificar la sazón y servir:

Prueba la salsa y ajusta la sazón si es necesario añadiendo más sal, pimienta o incluso un poco más de pimentón dulce si te gusta un sabor más intenso. Sirve el pollo caliente, rociado con perejil fresco picado para un toque de frescura y color.