1. Preparar la cebolla

• Picar la cebolla: Comienza pelando la cebolla. Puedes cortarla de acuerdo a tu preferencia: si prefieres una textura más suave en la salsa, corta la cebolla finamente; si te gusta que la cebolla tenga más presencia en el plato, puedes cortarla en trozos más grandes o en rodajas gruesas.
• Pochar la cebolla: En una olla grande, calienta un poco de aceite de oliva a fuego medio. Añade la cebolla picada y cocínala lentamente, removiendo ocasionalmente, hasta que se vuelva transparente y suave. Este proceso, conocido como “pochar”, suele tardar unos 10 minutos. No te apresures, ya que una cebolla bien pochada aportará dulzura y suavidad a la salsa.

2. Cocinar el pollo

• Añadir el pollo troceado: Una vez que la cebolla esté lista, añade el pollo troceado a la olla. Puedes usar todas las partes del pollo, como muslos, alas, pechugas o simplemente las piezas que más te gusten. Si prefieres un plato más magro, las pechugas de pollo son una excelente opción.
• Salpimentar: Sazona el pollo con sal y pimienta al gusto. Es importante condimentar bien el pollo para que cada bocado esté lleno de sabor.
• Sofreír el pollo: Sofríe el pollo junto con la cebolla, dorándolo por todos lados. Esto debería tomar alrededor de 8-10 minutos, dependiendo del tamaño de los trozos de pollo. Asegúrate de que el pollo esté bien dorado antes de continuar con el siguiente paso, ya que esto ayudará a sellar los jugos y mantener la carne jugosa.

3. Agregar el zumo de naranja y agua

• Exprimir la naranja: Mientras el pollo se dora, corta la naranja por la mitad y exprime su jugo en un recipiente pequeño. Si te gusta un sabor más intenso, puedes añadir la ralladura de la cáscara de naranja antes de exprimirla.
• Añadir el zumo y el agua: Vierte el jugo de naranja fresco en la olla con el pollo. Luego, añade un vaso de agua para crear una salsa ligera. Remueve bien para que los sabores se mezclen.

4. Cocinar a fuego lento

• Reducir el fuego: Baja el fuego a medio-bajo y deja que el pollo se cocine a fuego lento durante unos 30 minutos. Durante este tiempo, el pollo se cocinará por completo y absorberá los sabores de la cebolla caramelizada y el jugo de naranja. La salsa también se reducirá, concentrando los sabores.
• Controlar la cocción: Si la salsa se reduce demasiado rápido, puedes añadir un poco más de agua o tapar parcialmente la olla para evitar que se evapore todo el líquido.

5. Servir el pollo a la naranja

• Una vez que el pollo esté bien cocido y la salsa se haya reducido ligeramente, retira la olla del fuego. Sirve el pollo caliente junto con la salsa de cebolla y naranja. Puedes acompañar este delicioso plato con guarniciones como patatas fritas, patatas al horno o una ensalada verde fresca.