1. Preparar el Horno:

Precalienta el horno a 180 °C (350 °F). Asegúrate de que el horno esté completamente caliente antes de poner el pastel. Engrasa y enharina un molde para pastel de 20 cm, o usa papel para hornear para que sea más fácil desmoldar el pastel después.

2. Mezclar Ingredientes Secos:

En un bol grande, tamiza la harina, el polvo para hornear y la sal. Este paso ayuda a que los ingredientes se mezclen de manera uniforme y evita que se formen grumos en la masa del pastel. Reserva esta mezcla para más adelante.

3. Batir la Mantequilla y el Azúcar:

En otro bol, bate la mantequilla junto con el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa y suave. Es importante que la mantequilla esté a temperatura ambiente para que sea más fácil batirla. El azúcar debe estar completamente incorporado, lo que tardará unos 3-5 minutos usando una batidora eléctrica a velocidad media.

4. Agregar los Huevos:

Añade los huevos uno por uno, batiendo bien después de cada adición. Esto asegura que los huevos se integren bien con la mantequilla y el azúcar, lo que contribuye a una textura más esponjosa. Bate hasta que la mezcla esté suave y homogénea.

5. Incorporar Ingredientes Húmedos:

A continuación, agrega la leche, el jugo de limón fresco y la ralladura de limón a la mezcla. El jugo de limón aporta un sabor fresco y ácido, mientras que la ralladura de limón intensifica aún más el aroma cítrico. Mezcla bien todos los ingredientes hasta que estén completamente integrados.

6. Combinar las Mezclas:

Poco a poco, añade la mezcla de ingredientes secos al bol con los ingredientes húmedos. Hazlo en pequeñas porciones, batiendo suavemente después de cada adición para evitar sobrebatir la masa. Si mezclas demasiado, el pastel puede quedar denso en lugar de esponjoso.

7. Hornear:

Vierte la mezcla en el molde previamente preparado. Alisa la superficie con una espátula para que se hornee de manera uniforme. Hornea en el centro del horno durante 25-30 minutos, o hasta que un palillo insertado en el centro del pastel salga limpio. Este es el mejor indicador de que el pastel está listo.

8. Enfriar:

Una vez que el pastel esté cocido, retíralo del horno y déjalo enfriar en el molde durante unos 10 minutos. Luego, con cuidado, desmolda el pastel y colócalo sobre una rejilla para que se enfríe completamente antes de añadir el glaseado.

9. Preparar el Glaseado:

En un bol pequeño, mezcla el azúcar glas con el jugo de limón fresco hasta obtener una consistencia suave y espesa. Si prefieres un glaseado más ligero, añade más jugo de limón, pero hazlo gradualmente para no pasarte.

10. Decorar:

Cuando el pastel esté completamente frío, vierte el glaseado sobre la parte superior, dejándolo caer por los bordes de manera natural. Puedes usar una espátula o el reverso de una cuchara para esparcirlo de manera uniforme.