Paso 1: Cocer las Papas

1. Lava bien las papas: Enjuaga las papas bajo agua corriente para eliminar cualquier suciedad de la piel.
2. Cocina las papas: Coloca las papas en una olla grande con agua suficiente para cubrirlas. Añade sal al agua (aproximadamente 1 cucharadita) y cocina a fuego medio-alto durante 20-25 minutos, o hasta que las papas estén tiernas al pincharlas con un tenedor.
3. Escurre y enfría: Una vez cocidas, escurre las papas y déjalas enfriar ligeramente hasta que puedas manipularlas sin quemarte.

Paso 2: Preparar las Papas

1. Pela las papas: Una vez que las papas estén lo suficientemente frías, quítales la piel. Si prefieres, puedes dejarlas con piel para un estilo más rústico.
2. Corta las papas: Corta las papas en rodajas gruesas o en cubos, dependiendo de cómo prefieras presentarlas. Colócalas en un bol grande.

Paso 3: Aliñar las Papas

1. Añade la cebolla: Agrega la cebolla picada finamente al bol con las papas. La cebolla cruda aporta un toque crujiente y un contraste de sabor que eleva el plato.
2. Prepara el aliño: En un tazón pequeño, mezcla 1/4 de taza de aceite de oliva virgen extra, 2 cucharadas de vinagre de Jerez (o vinagre de vino blanco), sal y pimienta al gusto. Remueve bien para que los ingredientes se integren.
3. Aliña las papas: Vierte el aliño sobre las papas y mezcla suavemente con una cuchara de madera para que las papas se impregnen bien del sabor. Es importante mezclar con cuidado para evitar que las papas se rompan.

Paso 4: Decorar y Servir

1. Añade el perejil: Justo antes de servir, espolvorea las papas con perejil fresco picado. Esto le dará un toque de frescura y color al plato.
2. Sirve las papas aliñadas: Puedes servirlas inmediatamente si las prefieres tibias, o dejarlas reposar un poco a temperatura ambiente para que los sabores se mezclen aún más.