Ingredients
																
							Scale
													
									
			- 1/4 taza de leche
 - Sal y pimienta al gusto
 - 1 zanahoria rallada
 - 2 tazas de pollo cocido y desmenuzado
 - 1 taza de espinacas frescas, picadas
 - 1/2 cebolla, finamente picada
 - 1/2 taza de queso rallado (opcional)
 - 3 huevos
 - 1/2 taza de harina de avena o pan rallado
 - 1 cucharadita de polvo de hornear
 - Aceite para engrasar los moldes
 
Instructions
- Precalienta el horno: Comienza precalentando el horno a 180°C (350°F). Engrasa ligeramente un molde para muffins con aceite para evitar que los muffins se peguen.
 - Mezcla los ingredientes secos: En un bol grande, mezcla la harina de avena (o el pan rallado), el polvo de hornear, una pizca de sal y un poco de pimienta. Estos ingredientes secos serán la base para darle estructura a los muffins.
 - Prepara los ingredientes húmedos: En otro bol, bate los tres huevos junto con la leche. Asegúrate de batir bien hasta que los huevos y la leche estén completamente integrados.
 - Incorpora el pollo y las verduras: Añade a la mezcla de huevos y leche el pollo desmenuzado, la espinaca picada, la zanahoria rallada y la cebolla finamente picada. Si has decidido usar queso, agrégalo también en este paso. Remueve bien para que todos los ingredientes se combinen de manera uniforme.
 - Mezcla todo: Ahora, añade los ingredientes secos a los ingredientes húmedos. Remueve con una espátula o una cuchara de madera hasta que todos los ingredientes estén bien integrados. La mezcla debe tener una textura suave y homogénea.
 - Rellena los moldes: Vierte la mezcla en los moldes para muffins, llenándolos hasta aproximadamente 3/4 de su capacidad. Esto dará espacio para que los muffins se inflen durante el horneado.
 - Hornea: Coloca el molde en el horno y hornea durante 20-25 minutos, o hasta que los muffins estén dorados y firmes al tacto. Puedes insertar un palillo en el centro de uno de los muffins; si sale limpio, están listos.
 - Deja enfriar y sirve: Una vez que los muffins estén cocidos, retíralos del horno y déjalos enfriar ligeramente antes de desmoldarlos. Puedes servirlos calientes o a temperatura ambiente, según tu preferencia.