1. Preparar las naranjas:

• Lavar bien las naranjas: Asegúrate de limpiar bien las naranjas bajo agua corriente para eliminar cualquier residuo de pesticidas o suciedad en la piel.
• Pelar tres naranjas: Pela tres de las naranjas, conservando únicamente la parte exterior de la cáscara, sin la parte blanca (albedo) que es más amarga. Puedes utilizar un pelador de verduras para quitar las cáscaras de manera uniforme.
• Cortar las cáscaras en tiras: Corta las cáscaras en tiras finas, estas aportarán textura y un ligero amargor que caracteriza a la mermelada de naranja.
• Pelar y cortar el resto de las naranjas: Pela el resto de las naranjas, asegurándote de quitar la mayor parte posible de la parte blanca. Luego, corta la pulpa de las naranjas en trozos pequeños y retira las semillas para evitar que amarguen la mermelada.

2. Cocinar las cáscaras:

• Añadir las cáscaras y el agua a una olla grande: Coloca las tiras de cáscara en una olla grande junto con los 500 ml de agua.
• Cocinar a fuego medio: Cocina a fuego medio durante 10-15 minutos o hasta que las cáscaras se hayan ablandado. Este proceso ayuda a suavizar la textura de la cáscara y eliminar parte de su amargor.

3. Mezclar los ingredientes:

• Añadir la pulpa de naranja, el azúcar y el jugo de limón: A la misma olla donde se cocieron las cáscaras, agrega los trozos de pulpa de naranja, el azúcar y el jugo de limón. El limón actúa como conservante natural y ayuda a equilibrar el dulzor de la mermelada.
• Remover bien: Revuelve con cuidado para que el azúcar se disuelva completamente en la mezcla. Asegúrate de que todos los ingredientes estén bien integrados.

4. Cocción de la mermelada:

• Cocinar a fuego medio-bajo: Cocina la mezcla a fuego medio-bajo durante aproximadamente 45 minutos, removiendo ocasionalmente para evitar que la mermelada se pegue o se queme. Este proceso permite que el agua se evapore lentamente y la mermelada adquiera una consistencia espesa.
• Comprobar la textura: Para comprobar si la mermelada está lista, coloca una pequeña cantidad en un plato y deja enfriar. Luego, pasa el dedo por el medio; si se forma un surco y no se junta inmediatamente, la mermelada está en su punto. Si aún está líquida, continúa cocinando unos minutos más.

5. Envasar:

• Esterilizar los frascos: Mientras la mermelada aún esté caliente, vierte la mezcla en frascos de vidrio esterilizados. Para esterilizar los frascos, sumérgelos en agua hirviendo durante unos minutos y déjalos secar completamente antes de usarlos.
• Cerrar herméticamente: Cierra los frascos con tapas limpias y asegúrate de que estén bien ajustadas. Voltea los frascos boca abajo durante unos minutos para crear un vacío que prolongue la vida útil de la mermelada.
• Dejar enfriar: Deja enfriar los frascos a temperatura ambiente antes de almacenarlos en un lugar fresco y oscuro.