1. Preparar la Mezcla de Leche

En una cacerola, calienta 3 tazas de leche junto con la cáscara de limón y la rama de canela. Lleva la mezcla a fuego medio hasta que comience a hervir. Una vez que alcance el hervor, retira la cacerola del fuego y deja reposar durante unos 10 minutos. Este paso es esencial para que la leche absorba el aroma y el sabor del limón y la canela.

2. Mezclar la Maicena

En un bol aparte, disuelve los 100 g de maicena en la taza de leche fría que habías reservado. Es importante remover bien hasta que no queden grumos en la mezcla, ya que esto asegurará que la crema de la Leche Frita tenga una textura suave y uniforme.

3. Cocinar la Crema

Una vez que la leche caliente haya reposado, retira la cáscara de limón y la rama de canela. Luego, vuelve a calentar la leche a fuego medio. Añade el azúcar y la mezcla de maicena disuelta. Remueve constantemente con una espátula o unas varillas para evitar que se formen grumos mientras la mezcla se espesa. Cocina hasta que la crema tenga una consistencia espesa y homogénea, similar a una crema pastelera. Este proceso suele durar entre 5 y 10 minutos. Una vez que la crema esté lista, retírala del fuego.

4. Dejar Enfriar

Vierte la crema en un molde rectangular o cuadrado, ligeramente engrasado o cubierto con papel film, para que la mezcla no se pegue. El grosor de la crema debe ser de aproximadamente 2 a 3 cm. Alisa la superficie de la crema y cubre el molde con papel film, asegurándote de que el papel toque directamente la crema para evitar que se forme una costra en la superficie. Deja enfriar a temperatura ambiente y, una vez fría, refrigérala durante al menos 4 horas para que se endurezca completamente.

5. Cortar y Rebozar

Una vez que la crema esté bien firme y fría, desmóldala y córtala en cuadrados o rectángulos, del tamaño que prefieras. A continuación, reboza cada porción primero en harina y luego en huevo batido. Este paso es clave para conseguir un exterior crujiente tras la fritura.

6. Freír

Calienta abundante aceite de girasol en una sartén a fuego medio-alto. Cuando el aceite esté bien caliente, fríe los trozos rebozados de Leche Frita hasta que estén dorados por ambos lados. Una vez fritos, colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

7. Servir

Antes de servir, espolvorea los trozos de Leche Frita con una mezcla de azúcar y canela en polvo. Este toque final le da un sabor y un aroma irresistibles. Si deseas, también puedes acompañarlos con un poco de miel o salsa de chocolate para darle un toque extra de sabor.