Ingredients
- 2 tazas de crema de leche
- 1 taza de leche entera
- 3/4 taza de azúcar
- 1 vaina de vainilla (o 1 cucharadita de extracto de vainilla)
- 4 yemas de huevo
Instructions
Paso 1: Preparación de la vaina de vainilla
Si decides usar una vaina de vainilla, comienza cortándola a lo largo con un cuchillo afilado. Usa el reverso del cuchillo para raspar las semillas del interior de la vaina. Estas semillas contienen todo el aroma característico de la vainilla.
Paso 2: Calentar la mezcla de leche y crema
En una cacerola mediana, mezcla la leche entera y la crema de leche. Añade las semillas de vainilla que raspaste previamente junto con la vaina vacía (si optaste por usar el extracto de vainilla, lo agregarás más adelante). Calienta la mezcla a fuego medio, asegurándote de que no llegue a hervir. Este proceso debería durar entre 5 a 7 minutos, lo que permitirá que la vainilla infunda su sabor en la mezcla. Una vez caliente, retira la cacerola del fuego y deja que repose unos minutos.
Paso 3: Batir las yemas de huevo y el azúcar
Mientras la mezcla de leche y crema reposa, en un bol grande, bate las yemas de huevo con el azúcar. Debes batir hasta que la mezcla sea suave, cremosa y ligeramente pálida. Esto le dará al helado su textura cremosa y su dulzura equilibrada.
Paso 4: Temperar las yemas
Este es un paso crucial para evitar que las yemas de huevo se cocinen al añadirles una mezcla caliente. Toma aproximadamente 1/4 de taza de la mezcla caliente de leche y crema e incorpórala lentamente a las yemas batidas, batiendo constantemente. Esto eleva gradualmente la temperatura de las yemas sin que se cuajen.
Paso 5: Unir la mezcla de yemas con la crema caliente
Una vez temperadas las yemas, vierte esta mezcla en la cacerola con el resto de la leche y crema caliente. Asegúrate de remover constantemente mientras agregas la mezcla de yemas, para distribuirla uniformemente.
Paso 6: Cocinar la mezcla a fuego medio-bajo
Calienta la mezcla nuevamente a fuego medio-bajo, removiendo constantemente con una cuchara de madera o una espátula de silicona. El objetivo aquí es espesar ligeramente la mezcla, lo que debería tomar unos 6 a 8 minutos. Sabes que está lista cuando la mezcla cubra ligeramente el dorso de la cuchara. Es importante no permitir que la mezcla hierva, ya que esto podría hacer que las yemas se cuajen y la mezcla se corte.
Paso 7: Enfriar la mezcla
Una vez que la mezcla haya alcanzado la consistencia adecuada, retírala del fuego y quita la vaina de vainilla (si la utilizaste). Vierte la mezcla en un recipiente y cubre con papel film, asegurándote de que el plástico toque la superficie de la mezcla para evitar que se forme una capa gruesa. Lleva el recipiente al refrigerador y deja enfriar por al menos 4 horas, o durante toda la noche si es posible.
Paso 8: Proceso de congelación
Si tienes una máquina de helados, vierte la mezcla bien fría en la máquina y sigue las instrucciones del fabricante. Este método asegura que el helado se congele uniformemente y tenga una textura suave.
Paso 9: Método sin máquina
Si no tienes una máquina para hacer helado, no te preocupes. Vierte la mezcla en un recipiente hermético y colócala en el congelador. Durante las primeras 2-3 horas, remueve vigorosamente la mezcla cada 30 minutos. Esto evita que se formen cristales de hielo grandes y te asegura un helado cremoso.
Paso 10: Almacenar y servir
Una vez que el helado haya alcanzado la consistencia deseada, guárdalo en un recipiente hermético en el congelador durante al menos 2 horas adicionales para que termine de endurecerse. Cuando esté listo, sírvelo solo o acompañado de tus toppings favoritos, como frutas frescas, salsa de caramelo o chocolate, nueces o galletas trituradas.