Paso 1: Preparar el Jugo de Naranja

• Exprime las naranjas para obtener una taza de jugo fresco (aproximadamente necesitarás 3 o 4 naranjas, dependiendo de su tamaño y jugosidad). Asegúrate de colar el jugo para eliminar cualquier semilla o pulpa que pueda haber quedado.

Paso 2: Mezclar los Ingredientes

• En un bol grande, combina el jugo de naranja fresco, la crema para batir, la leche entera y el azúcar. Remueve vigorosamente hasta que el azúcar se disuelva por completo. Este paso es crucial para asegurarte de que el helado tenga una textura suave y uniforme.

Paso 3: Añadir Ralladura y Vainilla (Opcional)

• Si deseas un sabor más intenso y aromático, agrega una cucharadita de ralladura de naranja a la mezcla. Además, puedes incorporar una cucharadita de extracto de vainilla para darle un toque de sabor adicional.

Paso 4: Refrigerar la Mezcla

• Cubre el bol con film plástico y colócalo en el refrigerador durante al menos 2 horas. Este paso es importante para que la mezcla esté bien fría antes de comenzar el proceso de congelación. Una mezcla fría ayuda a mejorar la textura final del helado.

Paso 5: Usar una Máquina de Helado (Opción 1)

• Si tienes una máquina de helado, vierte la mezcla enfriada en la máquina y sigue las instrucciones del fabricante. Generalmente, el helado tardará entre 20 y 30 minutos en alcanzar una consistencia cremosa.

Paso 6: Preparación Sin Máquina de Helado (Opción 2)

• Si no tienes máquina de helado, vierte la mezcla en un recipiente apto para el congelador. Congela la mezcla durante 3 a 4 horas, removiendo con un tenedor cada 30 minutos para romper los cristales de hielo y asegurarte de que el helado tenga una textura cremosa.

Paso 7: Servir

• Una vez que el helado esté completamente congelado y tenga la textura deseada, sírvelo en conos o tazas. Si lo deseas, puedes decorar con una rodaja de naranja fresca o una hoja de menta para darle un toque elegante y fresco.