Ingredients
- 100 g de azúcar
- 400 ml de leche (preferentemente entera, para una mejor cremosidad)
- 125 g de coco rallado (mejor si es sin azúcar añadido)
- 400 ml de leche de coco
- 50 g de azúcar invertido (ayuda a evitar la formación de cristales de hielo y mejora la textura del helado)
- 400 ml de nata para montar (con al menos 35% de grasa, para lograr una consistencia cremosa)
Instructions
1. Cocina la mezcla inicial:
Comienza preparando una base infusionada de coco para darle a tu helado un sabor profundo y auténtico. En un cazo mediano, coloca la leche, el azúcar, el azúcar invertido y el coco rallado. Cocina esta mezcla a fuego medio, removiendo constantemente con una espátula de silicona o una cuchara de madera para evitar que el azúcar se pegue al fondo del cazo.
2. Cocina durante 10 minutos:
Cuando la mezcla comience a hervir suavemente, reduce el fuego a bajo y continúa cocinando durante aproximadamente 10 minutos. Remueve ocasionalmente para asegurarte de que el coco no se queme y los sabores se integren bien.
3. Enfría la mezcla:
Retira el cazo del fuego y deja que la mezcla se enfríe completamente. Este paso es esencial porque si añades los ingredientes fríos (leche de coco y nata para montar) a una mezcla caliente, podrían perder parte de su textura y cremosidad.
4. Añade la leche de coco y la nata:
Una vez que la mezcla esté fría, añade la leche de coco y la nata para montar. Usa unas varillas manuales o eléctricas para mezclar bien todos los ingredientes hasta que estén completamente integrados. La combinación de leche de coco y nata es clave para darle al helado esa textura cremosa característica.
5. Refrigera la mezcla:
Vierte la mezcla en un recipiente grande y cúbrelo con papel film, asegurándote de que el film toque la superficie de la mezcla para evitar que se forme una capa dura en la superficie. Refrigera durante al menos 60 minutos para que la mezcla se enfríe adecuadamente antes de congelarla.
6. Comienza el proceso de congelación:
Después de que la mezcla se haya enfriado en la nevera, retírala y remueve bien con una espátula o cuchara. Luego, colócala en el congelador por 60 minutos más. Durante este tiempo, es importante remover la mezcla cada 20 minutos. Este paso ayuda a evitar la formación de cristales de hielo y garantiza una textura suave y cremosa en el helado.
7. Remueve dos veces más:
Repite el proceso de remover la mezcla cada 20 minutos durante un total de tres veces. Este método es esencial si no cuentas con una máquina para hacer helado, ya que ayuda a romper los cristales de hielo que podrían formarse, manteniendo la textura cremosa del helado.
8. Deja reposar en el congelador:
Una vez que hayas terminado de remover la mezcla por última vez, deja que el helado repose en el congelador por al menos 24 horas. Esto permite que el helado adquiera la consistencia perfecta. Si prefieres una textura más suave, puedes consumirlo después de unas 12 horas, pero el reposo de un día completo dará mejores resultados.
9. ¡Disfruta tu helado de coco casero!
Cuando esté listo, sirve el helado en boles o conos y disfruta de su sabor refrescante y tropical. Puedes decorarlo con coco rallado adicional o incluso con trozos de fruta fresca como mango o piña para una experiencia aún más tropical.