Paso 1: Mezclar la mantequilla y el azúcar

1. Batir la mantequilla: Coloca la mantequilla a temperatura ambiente en un bol grande y, con la ayuda de una batidora de mano o eléctrica, bate la mantequilla hasta que esté suave y cremosa.
2. Añadir el azúcar glas: Poco a poco, añade el azúcar glas a la mantequilla y sigue batiendo hasta que consigas una mezcla homogénea y esponjosa. Este paso es crucial para obtener unas galletas suaves que se derriten en la boca.

Paso 2: Añadir los ingredientes de limón

1. Ralladura de limón: Añade la ralladura de los dos limones a la mezcla de mantequilla y azúcar. Este paso le da un toque aromático y fresco a las galletas.
2. Jugo de limón: Agrega el jugo del limón fresco, asegurándote de colarlo antes para evitar pulpa o semillas. El jugo añade un toque ácido y cítrico que equilibra perfectamente el dulzor.
3. Esencia de vainilla: Añade la cucharadita de esencia de vainilla. La vainilla complementa el limón, dando una profundidad de sabor.

Paso 3: Incorporar los ingredientes secos

1. Tamizar la harina y la maicena: En un bol aparte, tamiza los 250 g de harina de trigo y los 50 g de maicena. Tamizar es importante para evitar grumos y obtener una masa más fina y delicada.
2. Incorporar los secos a la mezcla húmeda: Añade los ingredientes secos a la mezcla de mantequilla, azúcar y limón. Hazlo poco a poco y con movimientos suaves. Es crucial no sobremezclar, ya que queremos una masa suave y no demasiado trabajada.

Paso 4: Formar las galletas

1. Precalentar el horno: Precalienta tu horno a 180°C (350°F) y cubre una bandeja de horno con papel encerado.
2. Formar las bolitas de masa: Toma pequeñas porciones de masa, aproximadamente del tamaño de una nuez, y forma bolitas con las manos. Colócalas en la bandeja, dejando suficiente espacio entre ellas para que se expandan ligeramente durante la cocción.

Paso 5: Hornear las galletas

1. Hornear: Hornea las galletas en el horno precalentado durante 12-15 minutos. Estarán listas cuando los bordes comiencen a dorarse ligeramente. No deben dorarse en exceso, ya que esto afectaría la textura suave.
2. Enfriar en la bandeja: Una vez horneadas, déjalas enfriar en la bandeja durante unos minutos. Esto evitará que se rompan al moverlas.

Paso 6: Espolvorear y enfriar completamente

1. Espolvorear con azúcar glas: Cuando las galletas estén aún tibias, pero no calientes, espolvoréalas con un poco de azúcar glas adicional. Esto les dará un aspecto más atractivo y un toque de dulzura extra.
2. Enfriar en rejilla: Finalmente, transfiere las galletas a una rejilla para que se enfríen por completo antes de guardarlas o servirlas.