1. Preparar el Horno y la Bandeja

• Precalienta el horno a 180°C (350°F). Asegúrate de que el horno esté bien caliente para que las galletas se horneen de manera uniforme.
• Cubre una bandeja de horno con papel para hornear para evitar que las galletas se peguen.

2. Mezclar la Mantequilla y el Azúcar

• En un tazón grande, coloca 100 g de mantequilla a temperatura ambiente junto con 100 g de azúcar.
• Bate con una batidora o una cuchara hasta obtener una mezcla cremosa y suave. Este paso es fundamental para asegurar que las galletas tengan una textura ligera y esponjosa.

3. Añadir el Huevo y la Vainilla

• Agrega 1 huevo a la mezcla de mantequilla y azúcar, y continúa batiendo hasta que se integre completamente.
• Añade 1 cucharadita de esencia de vainilla para darle un toque aromático y sabor adicional a la masa.

4. Incorporar los Ingredientes Secos

• Tamiza 150 g de harina de trigo y 1 cucharadita de polvo de hornear, y agrégalos a la mezcla anterior.
• Añade 150 g de coco rallado y mezcla todo con una espátula o cuchara de madera hasta que obtengas una masa homogénea. El coco rallado aportará tanto sabor como textura a las galletas.

5. Formar las Galletas

• Con las manos, forma pequeñas bolitas de masa (aproximadamente del tamaño de una nuez) y colócalas en la bandeja para hornear, dejando espacio entre cada una, ya que las galletas pueden expandirse un poco al hornearse.
• Con el dedo o una cuchara pequeña, presiona el centro de cada bolita para hacer un pequeño hueco donde irá la mermelada.

6. Rellenar con Mermelada

• Rellena el hueco de cada galleta con una pequeña cantidad de mermelada. Ten cuidado de no poner demasiada, ya que puede desbordarse durante el horneado.
• Puedes usar mermelada de fresa, frambuesa, albaricoque o tu favorita. Incluso puedes usar una variedad de mermeladas para darle un toque más colorido y diverso a las galletas.

7. Hornear las Galletas

• Coloca la bandeja en el horno precalentado y hornea las galletas durante 12-15 minutos, o hasta que estén ligeramente doradas en los bordes. El centro debe mantenerse suave.
• Una vez listas, retíralas del horno y déjalas enfriar sobre una rejilla para que no se ablanden por debajo.