Paso 1: Preparar el horno

• Precalienta el horno a 180°C (350°F). Cubre las bandejas para hornear con papel pergamino o utiliza una lámina de silicona para evitar que las galletas se peguen.

Paso 2: Mezcla de ingredientes secos

• En un bol mediano, tamiza y mezcla la harina de trigo, el bicarbonato de sodio y la sal. Esto asegurará que los ingredientes se distribuyan uniformemente en la masa.

Paso 3: Batir los ingredientes húmedos

• En un bol grande, bate la mantequilla junto con el azúcar granulada y el azúcar moreno. Bate a velocidad media hasta que la mezcla esté suave y cremosa, lo que tomará aproximadamente 3-4 minutos.

Paso 4: Añadir los huevos y la vainilla

• Incorpora los huevos, uno a uno, asegurándote de batir bien después de cada adición. Luego, agrega la cucharadita de extracto de vainilla. Este paso es clave para que las galletas tengan un sabor más profundo y una textura suave.

Paso 5: Combinar los ingredientes secos y húmedos

• Poco a poco, añade la mezcla de harina al bol con los ingredientes húmedos. Bate a velocidad baja hasta que todos los ingredientes estén bien combinados. Evita sobrebatir la masa para mantener una textura ligera.

Paso 6: Incorporar los chips de chocolate

• Con una espátula, añade los chips de chocolate a la masa, asegurándote de que se distribuyan uniformemente. Este es el momento en el que puedes agregar otros ingredientes si lo deseas, como nueces o trozos de chocolate adicionales.

Paso 7: Formar las galletas

• Usando una cuchara para helado o una cuchara normal, toma porciones de masa y colócalas en las bandejas para hornear, dejando unos 5 cm (2 pulgadas) de espacio entre cada galleta para que no se peguen al expandirse.

Paso 8: Hornear las galletas

• Hornea las galletas en el horno precalentado durante 10-12 minutos, o hasta que los bordes estén dorados, pero el centro aún se sienta ligeramente suave. Recuerda que las galletas continuarán cocinándose un poco después de salir del horno.

Paso 9: Enfriar las galletas

• Retira las bandejas del horno y deja que las galletas se enfríen en las bandejas durante 5 minutos antes de transferirlas a una rejilla para que se enfríen completamente. Esto ayudará a que las galletas mantengan su forma sin romperse.

Paso 10: Servir o almacenar

• Una vez que las galletas estén completamente frías, disfrútalas o guárdalas en un recipiente hermético para conservar su frescura. Pueden durar hasta una semana, aunque es probable que se terminen antes.