1. Preparar el café negro:

Antes de comenzar, prepara media taza de café negro. Es preferible que esté frío o a temperatura ambiente para no derretir el hielo cuando lo mezcles.

2. Combinar los ingredientes:

En una licuadora, agrega las 2 tazas de hielo, la 1 taza de leche fría, el 1/2 taza de café negro y el 1/4 taza de azúcar. Si prefieres un frappé menos dulce, puedes reducir la cantidad de azúcar o sustituirla por edulcorantes naturales.

3. Licuar:

Licúa todos los ingredientes a alta velocidad hasta obtener una mezcla suave y espumosa. Asegúrate de que el hielo esté bien triturado para lograr la textura cremosa típica de un frappé.

4. Servir:

Vierte la mezcla en un vaso grande, preferiblemente de vidrio, para una presentación más atractiva. Si quieres un frappé extra frío, puedes colocar el vaso en el congelador unos minutos antes de servir.

5. Decorar:

Añade una capa generosa de crema batida en la parte superior. Si lo prefieres, puedes espolvorear un poco de café en polvo sobre la crema batida para intensificar el sabor del café y darle un toque decorativo.

6. Agregar el barquillo:

Coloca un barquillo de galleta en el vaso para darle una presentación final deliciosa y atractiva. Este paso es opcional, pero añade un elemento divertido y crujiente a la bebida.

7. Disfrutar:

Sirve de inmediato y disfruta de tu frappé de café helado en un día caluroso o cuando necesites un impulso de energía refrescante.