1. Preparar las galletas:

Coloca las galletas María en un procesador de alimentos y tritúralas hasta obtener un polvo fino. Si no tienes procesador, puedes usar una bolsa resistente y aplastar las galletas con un rodillo hasta que estén bien desmenuzadas.

2. Mezclar los ingredientes líquidos:

En un bol grande, agrega la leche condensada, la leche evaporada, el azúcar, los huevos y la esencia de vainilla. Bate vigorosamente con una batidora de mano o un batidor manual hasta que todos los ingredientes estén completamente integrados y la mezcla sea homogénea.

3. Añadir las galletas:

Incorpora el polvo de galletas María a la mezcla de leches y huevos. Bate nuevamente hasta que no queden grumos y la mezcla esté suave.

4. Preparar el molde:

Si deseas añadir caramelo líquido, vierte una cantidad suficiente en el fondo del molde donde prepararás el flan, asegurándote de cubrir toda la superficie. Esto le dará un toque dulce adicional cuando sirvas el postre.

5. Verter la mezcla:

Vierte cuidadosamente la mezcla de flan en el molde preparado con el caramelo. Asegúrate de que el molde sea lo suficientemente grande para contener toda la mezcla.

6. Cocinar a baño maría:

Coloca el molde del flan en una olla o bandeja con agua caliente para cocinar a baño maría. El nivel del agua debe alcanzar aproximadamente la mitad de la altura del molde. Cocina a fuego medio durante unos 60 minutos, o hasta que el flan esté firme al tacto. Puedes comprobar la cocción introduciendo un palillo en el centro; si sale limpio, el flan está listo.

Si prefieres cocinarlo en la estufa, utiliza una olla grande, cubre con una tapa y cocina a fuego lento durante 60 minutos, vigilando que siempre haya suficiente agua en el baño maría.

7. Enfriar y refrigerar:

Una vez que el flan esté cocido, retíralo del baño maría con cuidado y deja que se enfríe a temperatura ambiente. Luego, colócalo en el refrigerador durante al menos 4 horas, o preferiblemente toda la noche, para que termine de cuajar y adquiera la consistencia adecuada.

8. Desmoldar y servir:

Para desmoldar el flan, pasa un cuchillo por los bordes del molde para despegarlo. Coloca un plato grande sobre el molde y voltéalo rápidamente. El flan caerá sobre el plato, y si usaste caramelo, se derramará suavemente sobre la superficie del flan. Sirve frío y, si lo deseas, añade más caramelo líquido por encima para un toque decorativo y extra dulce.