Preparación de la Crema Pastelera:

1. Calentar la leche: En una olla mediana, calienta los 500 ml de leche a fuego medio hasta que esté tibia, pero sin llegar a hervir. Esto es importante para que la crema pastelera no se corte.
2. Mezclar yemas, azúcar y maicena: En un bol aparte, bate las 4 yemas de huevo junto con los 100 g de azúcar hasta obtener una mezcla homogénea. A continuación, agrega los 40 g de maicena y mezcla bien hasta que no queden grumos.
3. Incorporar la leche: Poco a poco, vierte la leche tibia sobre la mezcla de yemas, batiendo constantemente para evitar que se formen grumos.
4. Espesar la crema: Vierte nuevamente la mezcla en la olla y cocina a fuego bajo, revolviendo constantemente con una cuchara de madera o una espátula. La mezcla comenzará a espesar después de unos minutos. Sigue revolviendo hasta que la crema tenga una consistencia suave y espesa.
5. Añadir esencia de vainilla: Retira la crema del fuego y añade la cucharadita de esencia de vainilla, mezclando bien.
6. Enfriar la crema: Transfiere la crema a un bol y cúbrela con papel film, asegurándote de que el plástico esté en contacto directo con la superficie de la crema para evitar que se forme una capa dura. Deja que la crema se enfríe completamente antes de usarla.

Preparación de la Masa:

1. Activar la levadura: En un recipiente pequeño, disuelve los 25 g de levadura fresca (o 10 g de levadura seca) en los 250 ml de leche tibia, junto con una cucharadita de azúcar. Deja reposar la mezcla durante unos 10 minutos o hasta que se forme una espuma en la superficie, lo que indica que la levadura está activada.
2. Mezclar los ingredientes secos: En un bol grande, mezcla los 500 g de harina de trigo 0000, los 100 g de azúcar y los 10 g de sal. Haz un hueco en el centro para añadir los ingredientes líquidos.
3. Incorporar los líquidos: En el hueco de la mezcla de harina, añade el huevo, la esencia de vainilla, la manteca derretida y la levadura activada. Mezcla bien con una cuchara de madera hasta que se forme una masa pegajosa.
4. Amasar: Vuelca la masa sobre una superficie ligeramente enharinada y amasa durante unos 10 minutos, hasta que la masa esté suave, elástica y no se pegue tanto a las manos. Si es necesario, puedes espolvorear un poco más de harina, pero evita usar demasiada para no endurecer la masa.
5. Dejar leudar: Coloca la masa en un bol ligeramente engrasado, cúbrela con un paño limpio y deja reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora, o hasta que la masa haya doblado su tamaño.