A continuación, te guiamos paso a paso para que prepares esta deliciosa receta:

1. Precalentar el horno: Comienza precalentando el horno a 180°C (350°F). Mientras el horno se calienta, engrasa un molde para pan con un poco de mantequilla o aceite. Esto evitará que la masa se pegue durante la cocción.
2. Mezclar los ingredientes secos: En un tazón grande, tamiza la fécula de mandioca y añade la sal. Mezcla bien estos dos ingredientes para que la sal quede distribuida de manera uniforme.
3. Agregar los líquidos: Rompe los huevos en otro tazón pequeño y bátelos ligeramente. Luego, añade los huevos batidos a la mezcla de fécula de mandioca junto con la leche y la mantequilla derretida. Remueve bien hasta que los ingredientes líquidos se integren por completo con la fécula de mandioca. Asegúrate de obtener una masa homogénea y suave.
4. Incorporar el queso: Una vez que la mezcla esté uniforme, es el momento de añadir el queso rallado. Puedes optar por queso parmesano, mozzarella o una mezcla de ambos, dependiendo de tu preferencia. Mezcla el queso con la masa hasta que quede bien distribuido.
5. Verter en el molde: Vierte la masa en el molde previamente engrasado. Usa una espátula para alisar la superficie y asegurarte de que la masa esté distribuida de manera uniforme.
6. Hornear: Lleva el molde al horno y hornea durante unos 25-30 minutos, o hasta que el pan de queso esté dorado por fuera y al insertar un palillo en el centro salga limpio. La parte exterior debe estar ligeramente crujiente, mientras que el interior será suave y esponjoso.
7. Enfriar y servir: Una vez que el pan esté cocido, sácalo del horno y déjalo enfriar durante unos minutos en el molde. Luego, desmolda el pan con cuidado y colócalo en una rejilla para que termine de enfriarse. Sirve caliente o tibio para disfrutar de todo su sabor y textura.