Print
clock clock iconcutlery cutlery iconflag flag iconfolder folder iconinstagram instagram iconpinterest pinterest iconfacebook facebook iconprint print iconsquares squares iconheart heart iconheart solid heart solid icon

Crema Pastelera con Toque de Limón: Un Clásico con un Giro Refrescante


  • Author: Sofia

Description

La crema pastelera con toque de limón es una versión mejorada de la clásica crema pastelera. Se elabora con una base de yemas de huevo, leche, azúcar y maicena, pero lo que la hace especial es la incorporación de jugo y ralladura de limón, que le aporta un sabor fresco y vibrante. Esta crema es ideal para rellenar pasteles, tartas o como acompañamiento de frutas frescas. Al igual que la crema pastelera tradicional, esta versión es suave, espesa y perfecta para cualquier postre que necesite un relleno delicioso y ligero.


Ingredients

Scale
  • 500 ml de leche: La base líquida de la crema que aporta suavidad.
  • 4 yemas de huevo: Estas dan estructura y espesor a la crema, además de un sabor rico.
  • 150 g de azúcar: Endulza la crema, equilibrando la acidez del limón.
  • 40 g de maicena: Espesa la crema pastelera sin necesidad de harina.
  • 50 g de mantequilla: Aporta cremosidad y suavidad.
  • Ralladura de 2 limones: Añade un toque fresco y aromático.
  • 60 ml de jugo de limón: Da un sabor cítrico brillante y refrescante.
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla: Complementa el sabor del limón y añade un toque de dulzura aromática.

Instructions

1. Calentar la leche:

Comienza vertiendo la leche en una cacerola mediana. Calienta a fuego medio hasta que comience a hervir suavemente. Es importante no dejarla hervir demasiado fuerte para evitar que se derrame o se queme. Una vez que la leche esté caliente, retírala del fuego y déjala reposar mientras continúas con los otros pasos.

2. Mezclar yemas y azúcar:

Mientras la leche se calienta, en un bol grande bate las yemas de huevo con el azúcar. Bate vigorosamente hasta que la mezcla esté suave, cremosa y de color pálido. Este paso es crucial para disolver completamente el azúcar y evitar que la crema tenga una textura granulada.

3. Incorporar la maicena:

A continuación, tamiza la maicena directamente sobre la mezcla de yemas y azúcar. Tamizar ayuda a evitar grumos en la crema. Bate bien hasta que la maicena esté completamente integrada y la mezcla esté suave y homogénea.

4. Añadir la leche caliente:

Ahora es el momento de incorporar la leche caliente. Hazlo lentamente, vertiendo la leche en un chorro fino sobre la mezcla de yemas mientras bates constantemente. Esto es importante para evitar que las yemas se cuajen por el calor de la leche. Sigue batiendo hasta que toda la leche esté bien mezclada.

5. Cocinar la crema:

Vierte la mezcla nuevamente en la cacerola y colócala a fuego medio. Cocina, removiendo constantemente con una espátula de silicona o una cuchara de madera para evitar que la crema se pegue al fondo. A medida que la mezcla se calienta, comenzará a espesarse. Sigue removiendo hasta que la crema esté lo suficientemente espesa como para cubrir el dorso de una cuchara y comience a burbujear suavemente, lo que indica que la maicena ha alcanzado su punto de cocción.

6. Añadir el toque de limón:

Una vez que la crema haya espesado, retira la cacerola del fuego. Añade la mantequilla, la ralladura de limón, el jugo de limón y el extracto de vainilla. Remueve bien para que la mantequilla se derrita y los sabores se integren uniformemente en la crema. El limón añadirá un toque ácido que equilibra la dulzura de la crema.

7. Colar y enfriar:

Para garantizar que tu crema pastelera tenga una textura lisa y sin grumos, pasa la mezcla por un colador de malla fina antes de refrigerarla. Esto eliminará cualquier pequeño grumo que se haya formado durante la cocción. Luego, transfiere la crema a un bol limpio.

8. Refrigerar:

Cubre la superficie de la crema con film transparente, asegurándote de que el plástico toque directamente la crema para evitar que se forme una película en la parte superior. Deja que se enfríe a temperatura ambiente primero, y luego refrigera por al menos 2 horas o hasta que esté completamente fría y lista para usar.