Ingredients
- 500 ml de leche
- 4 yemas de huevo
- 100 g de azúcar
- 40 g de maicena (fécula de maíz)
- 1 vaina de vainilla (o 1 cucharadita de extracto de vainilla)
- 1 cucharada de mantequilla (opcional, para un extra de suavidad)
Instructions
1. Calentar la leche con la vainilla:
En una cacerola, vierte los 500 ml de leche y agrégale la vaina de vainilla cortada a lo largo para que libere sus semillas (si utilizas extracto de vainilla, puedes añadirlo más adelante). Lleva la leche a fuego medio y espera hasta que comience a hervir ligeramente. Retira del fuego y deja reposar para que la vainilla infusione la leche, lo que le dará un sabor más intenso.
2. Batir las yemas y el azúcar:
Mientras la leche reposa, en un bol grande, bate las 4 yemas de huevo junto con los 100 g de azúcar. Es importante batir bien hasta que la mezcla adquiera un tono pálido y una textura cremosa. Este paso asegura que el azúcar se disuelva por completo en las yemas.
3. Agregar la maicena:
Una vez que la mezcla de yemas y azúcar esté lista, tamiza los 40 g de maicena (fécula de maíz) y añádela al bol. Mezcla bien hasta que la maicena esté completamente incorporada y no haya grumos. Este paso es crucial para que la crema tenga una textura suave y espesa.
4. Integrar la leche caliente:
Retira la vaina de vainilla de la leche si usaste una vaina entera. Luego, muy lentamente, vierte la leche caliente sobre la mezcla de yemas, azúcar y maicena. Es importante batir constantemente mientras añades la leche para evitar que el calor cocine las yemas de forma abrupta. Si prefieres usar extracto de vainilla en lugar de la vaina, este es el momento de agregarlo.
5. Cocinar la mezcla:
Una vez que la leche se haya incorporado completamente, devuelve la mezcla a la cacerola y colócala a fuego medio. Cocina la mezcla, removiendo constantemente con una espátula o un batidor de mano. A medida que se calienta, la crema comenzará a espesar. Este proceso puede tardar entre 5 y 7 minutos. Es esencial no dejar de remover para evitar que la crema se pegue al fondo de la cacerola o se formen grumos.
6. Añadir la mantequilla (opcional):
Cuando la crema haya alcanzado una consistencia espesa y suave, puedes optar por añadir una cucharada de mantequilla. Esto le dará un toque extra de suavidad y brillo a la crema pastelera. Mezcla bien hasta que la mantequilla se derrita e integre por completo.
7. Enfriar la crema pastelera:
Una vez que la crema esté lista, viértela en un recipiente limpio. Cubre la superficie de la crema con un film transparente, asegurándote de que el film toque directamente la crema para evitar que se forme una costra. Deja enfriar a temperatura ambiente y luego refrigérala hasta que esté completamente fría antes de utilizarla.