Calamares a la Romana: Una Delicia Crujiente del Mediterráneo

Introducción:

Los calamares a la romana son uno de los platos más icónicos de la cocina mediterránea y española. Famosos por su sencillez y sabor crujiente, son una opción popular en los menús de tapas y como aperitivo o entrada en las comidas familiares. El secreto de esta receta reside en la frescura de los calamares y en lograr una fritura perfecta, ligera y dorada, que conserva la suavidad del calamar en su interior.

Descripción del Plato:

Los calamares a la romana consisten en anillas de calamar rebozadas en una masa ligera a base de huevo, leche y harina, y luego fritas hasta alcanzar un dorado perfecto. Esta preparación resalta el sabor suave del calamar con una textura exterior crujiente. Tradicionalmente, se sirven con una rodaja de limón, lo que aporta un toque cítrico que equilibra maravillosamente el plato.

Historia y Origen:

Los calamares a la romana, como su nombre lo indica, tienen raíces profundas en la cocina mediterránea, pero particularmente en España e Italia. La técnica de freír mariscos en rebozado ha sido parte de la gastronomía de la región durante siglos, especialmente en áreas cercanas al mar. Este plato comenzó a popularizarse en España a mediados del siglo XX, en bares y restaurantes, como parte del tradicional tapeo, una costumbre española de compartir pequeños platos o tapas.

El calamar, al ser un ingrediente muy accesible en las zonas costeras, se convirtió en uno de los protagonistas de muchas recetas marineras. La técnica romana, que probablemente influenció la receta, refiere a la manera sencilla y rápida de cocinar los alimentos, centrándose en la frescura de los ingredientes y la simplicidad en la preparación.

Ingredientes:

  • 150 g de harina de trigo
  • 1 huevo
  • 200 ml de leche fría
  • 500 g de calamares frescos (en anillas)
  • 1 pizca de sal
  • 1 pizca de pimienta (opcional)
  • Aceite de oliva (para freír)
  • Limón (opcional, para servir)

Instrucciones Paso a Paso:

  1. Preparar los calamares:
    • Si no están ya cortados en anillas, limpia los calamares y córtalos en anillas de aproximadamente 1 cm de grosor. Es importante eliminar cualquier impureza del calamar para asegurar una textura suave. Asegúrate de secar bien las anillas con papel de cocina, ya que esto ayudará a que el rebozado se adhiera mejor y quede más crujiente al freír.
  2. Preparar la masa:
    • En un bol grande, bate el huevo hasta que esté completamente mezclado. Luego, añade la leche fría y continúa batiendo hasta obtener una mezcla homogénea. Es importante que la leche esté bien fría, ya que esto ayuda a que el rebozado quede más crujiente al freír.
  3. Incorporar la harina:
    • Añade la harina poco a poco a la mezcla de huevo y leche, batiendo constantemente para evitar la formación de grumos. La masa debe ser lisa y algo espesa, pero fluida, lo suficiente como para cubrir bien las anillas de calamar. Añade una pizca de sal y, si lo prefieres, una pizca de pimienta para darle un toque de sabor extra.
  4. Calentar el aceite:
    • Llena una sartén profunda con aceite de oliva y caliéntalo a fuego medio-alto. El aceite debe alcanzar una temperatura de alrededor de 180°C (356°F). Puedes usar un termómetro de cocina para comprobar la temperatura o probar con una pequeña gota de masa: si chisporrotea inmediatamente, el aceite está listo para freír.
  5. Freír los calamares:
    • Pasa las anillas de calamar por la masa, asegurándote de que queden completamente cubiertas. Coloca las anillas con cuidado en el aceite caliente, friendo en tandas para evitar bajar la temperatura del aceite, lo cual podría hacer que los calamares queden grasientos en lugar de crujientes.
    • Fríe las anillas durante 2-3 minutos o hasta que estén doradas y crujientes. No las frías demasiado tiempo, ya que los calamares pueden ponerse duros si se sobrecocinan.
  6. Escurrir y servir:
    • Usa una espumadera para retirar los calamares del aceite y colócalos sobre papel de cocina para eliminar el exceso de aceite. Este paso es crucial para que queden ligeros y crujientes.
    • Sirve los calamares a la romana calientes, acompañados de rodajas de limón. El jugo de limón fresco realza el sabor del calamar y equilibra la fritura.

Sugerencias de Presentación y Acompañamiento:

Los calamares a la romana son ideales para acompañar una comida o como plato principal en una cena ligera. Aquí te dejamos algunas ideas para acompañarlos:

  • Salsas: Puedes acompañarlos con una salsa alioli suave o mayonesa con ajo, que le dará un toque cremoso y contrastante.
  • Ensaladas frescas: Un acompañamiento de ensalada verde con un aderezo ligero a base de vinagre o limón será el contrapunto perfecto para equilibrar la fritura.
  • Pan crujiente: Servirlos con un buen trozo de pan crujiente para mojar en las salsas o en el propio jugo del limón es una opción tradicional y deliciosa.

Variaciones del Plato:

Aunque la receta clásica de calamares a la romana es la más conocida, existen algunas variantes que puedes probar para darle un giro a este plato:

  • Masa con cerveza sin alcohol: Para un rebozado más ligero, puedes sustituir la leche por cerveza sin alcohol, lo que aportará más burbujas y hará que la masa quede más aireada.
  • Harina integral o de garbanzo: Para una versión más saludable, puedes usar harina integral o harina de garbanzo, que aportarán más fibra y un sabor diferente al rebozado.
  • Calamares al horno: Si prefieres una versión más ligera, puedes hornear los calamares rebozados en lugar de freírlos. Solo necesitas precalentar el horno a 200°C y hornearlos durante unos 10-15 minutos, girándolos a mitad de cocción.

Beneficios para la Salud:

El calamar es un alimento muy nutritivo. Aporta proteínas de alta calidad y es bajo en grasas, lo que lo convierte en una excelente opción para incluir en una dieta equilibrada. Además, es una buena fuente de vitaminas como la B12 y minerales como el fósforo y el zinc.

Por otro lado, freír los calamares en aceite de oliva, un aceite saludable por su alto contenido en grasas monoinsaturadas, puede ser una opción mejor que freírlos en otros aceites menos saludables. Sin embargo, es importante controlar la cantidad de aceite utilizada y asegurarse de que esté bien caliente para evitar que los calamares absorban demasiada grasa.

Preguntas Frecuentes:

1. ¿Cómo evitar que los calamares queden duros?

  • El truco está en no cocinarlos durante demasiado tiempo. Los calamares deben freírse rápidamente a alta temperatura para que queden crujientes por fuera y tiernos por dentro.

2. ¿Puedo usar calamares congelados?

  • Sí, puedes usar calamares congelados, pero asegúrate de descongelarlos por completo y secarlos bien antes de rebozarlos. El exceso de agua puede hacer que el rebozado no se adhiera correctamente.

3. ¿Se pueden hacer los calamares a la romana sin huevo?

  • Sí, puedes hacer una versión sin huevo sustituyendo este ingrediente por agua o leche vegetal, pero ten en cuenta que el resultado puede ser ligeramente diferente en textura.

Conclusión:

Los calamares a la romana son una delicia clásica que destaca por su sencillez y sabor. Perfectos como tapa o aperitivo, son versátiles y agradan a todos los paladares. Con una masa ligera y un calamar bien cocinado, obtendrás un plato crujiente por fuera y suave por dentro que combina a la perfección con un toque de limón fresco. Pruébalos en tu próxima reunión y disfruta de un bocado del Mediterráneo en tu mesa.

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Calamares a la Romana: Una Delicia Crujiente del Mediterráneo


  • Author: Sofia

Ingredients

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  • 150 g de harina de trigo
  • 1 huevo
  • 200 ml de leche fría
  • 500 g de calamares frescos (en anillas)
  • 1 pizca de sal
  • 1 pizca de pimienta (opcional)
  • Aceite de oliva (para freír)
  • Limón (opcional, para servir)

Instructions

  • Preparar los calamares:
    • Si no están ya cortados en anillas, limpia los calamares y córtalos en anillas de aproximadamente 1 cm de grosor. Es importante eliminar cualquier impureza del calamar para asegurar una textura suave. Asegúrate de secar bien las anillas con papel de cocina, ya que esto ayudará a que el rebozado se adhiera mejor y quede más crujiente al freír.
  • Preparar la masa:
    • En un bol grande, bate el huevo hasta que esté completamente mezclado. Luego, añade la leche fría y continúa batiendo hasta obtener una mezcla homogénea. Es importante que la leche esté bien fría, ya que esto ayuda a que el rebozado quede más crujiente al freír.
  • Incorporar la harina:
    • Añade la harina poco a poco a la mezcla de huevo y leche, batiendo constantemente para evitar la formación de grumos. La masa debe ser lisa y algo espesa, pero fluida, lo suficiente como para cubrir bien las anillas de calamar. Añade una pizca de sal y, si lo prefieres, una pizca de pimienta para darle un toque de sabor extra.
  • Calentar el aceite:
    • Llena una sartén profunda con aceite de oliva y caliéntalo a fuego medio-alto. El aceite debe alcanzar una temperatura de alrededor de 180°C (356°F). Puedes usar un termómetro de cocina para comprobar la temperatura o probar con una pequeña gota de masa: si chisporrotea inmediatamente, el aceite está listo para freír.
  • Freír los calamares:
    • Pasa las anillas de calamar por la masa, asegurándote de que queden completamente cubiertas. Coloca las anillas con cuidado en el aceite caliente, friendo en tandas para evitar bajar la temperatura del aceite, lo cual podría hacer que los calamares queden grasientos en lugar de crujientes.
    • Fríe las anillas durante 2-3 minutos o hasta que estén doradas y crujientes. No las frías demasiado tiempo, ya que los calamares pueden ponerse duros si se sobrecocinan.
  • Escurrir y servir:
    • Usa una espumadera para retirar los calamares del aceite y colócalos sobre papel de cocina para eliminar el exceso de aceite. Este paso es crucial para que queden ligeros y crujientes.
    • Sirve los calamares a la romana calientes, acompañados de rodajas de limón. El jugo de limón fresco realza el sabor del calamar y equilibra la fritura.

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