Introducción
Los bollos de azúcar rellenos de chocolate son una irresistible combinación de un exterior esponjoso y dulce, con un corazón de delicioso chocolate derretido. Esta receta es perfecta para acompañar una tarde de café o té, o para sorprender a tus seres queridos con un postre casero. Aunque puedan parecer sofisticados, son fáciles de preparar y utilizan ingredientes que probablemente ya tienes en casa.
En esta guía te mostramos cómo hacer estos bollos paso a paso, además de ofrecerte algunas variaciones, consejos útiles y sugerencias para servirlos.
Descripción General de la Receta
Los bollos de azúcar rellenos de chocolate combinan la suavidad de una masa dulce con el sabor intenso del chocolate. La masa es enriquecida con mantequilla, leche y un toque de vainilla, lo que le da una textura tierna y esponjosa. El relleno de chocolate puede ser tanto chocolate negro como con leche, lo que te permite adaptarlos a tu gusto personal.
Historia y Origen
Los bollos rellenos son comunes en muchas tradiciones culinarias de todo el mundo. En Europa, es habitual encontrar panecillos y bollos rellenos de diferentes ingredientes, como frutas o chocolate. Aunque no existe un origen específico para los bollos rellenos de chocolate, su popularidad ha crecido en las últimas décadas gracias a la simplicidad de la receta y el gusto universal por el chocolate.
En España, los bollos de este tipo son conocidos por su textura suave y su capa de azúcar crujiente, que les da un toque especial y atractivo. Este tipo de bollos también se inspira en otras recetas similares como las berlinas o los panecillos dulces, pero con la sorpresa del chocolate fundido en su interior.
Ingredientes
- 500 g de harina de trigo
- 100 g de azúcar
- 7 g de levadura seca
- 250 ml de leche tibia
- 75 g de mantequilla derretida
- 1 huevo
- 1 pizca de sal
- 1 cucharadita de extracto de vainilla (opcional)
- 150 g de chocolate negro o con leche (en trozos o barras pequeñas)
- Azúcar extra para espolvorear
Opciones de chocolate:
- Chocolate negro: Para un sabor más intenso y un toque menos dulce.
- Chocolate con leche: Si prefieres un sabor más suave y dulce.
Instrucciones Detalladas
1. Preparar los ingredientes secos
En un bol grande, mezcla los 500 g de harina de trigo, los 100 g de azúcar, los 7 g de levadura seca y una pizca de sal. Estos ingredientes secos serán la base de la masa de los bollos.
2. Mezclar los ingredientes líquidos
En otro bol, combina los ingredientes líquidos: los 250 ml de leche tibia, los 75 g de mantequilla derretida, el huevo batido y, si decides usarlo, la cucharadita de extracto de vainilla. Asegúrate de que la leche esté tibia, no caliente, para activar correctamente la levadura.
3. Incorporar los ingredientes líquidos a los secos
Vierte la mezcla de líquidos sobre los ingredientes secos. Comienza a mezclar con una cuchara de madera o con tus manos hasta que todos los ingredientes se integren y obtengas una masa suave. Si la masa está muy pegajosa, añade un poco más de harina (solo lo necesario), pero trata de mantener la masa lo más suave posible para que los bollos sean esponjosos.
4. Amasar la masa
Coloca la masa en una superficie ligeramente enharinada y amásala durante 8-10 minutos, o hasta que esté elástica y suave. Este proceso es crucial para desarrollar el gluten en la masa, lo que hará que los bollos tengan una textura ligera y esponjosa.
5. Dejar reposar la masa
Una vez amasada, coloca la masa en un bol grande previamente engrasado con un poco de aceite o mantequilla. Cúbrela con un paño húmedo o plástico y déjala reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora, o hasta que haya doblado su tamaño.
6. Preparar el relleno de chocolate
Mientras la masa reposa, corta el chocolate en trozos pequeños o utiliza barras de chocolate ya preparadas. Esta será la sorpresa en el centro de cada bollo.
7. Formar los bollos
Cuando la masa haya doblado su tamaño, desgasifícala presionando suavemente para liberar el aire atrapado. Divide la masa en 12 porciones iguales (aproximadamente), formando pequeñas bolas. Aplana ligeramente cada porción y coloca un trozo de chocolate en el centro. Luego, cierra la masa asegurándote de sellar bien el chocolate dentro para que no se salga durante el horneado.
8. Colocar los bollos en la bandeja
Coloca las bolas de masa rellenas en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino, dejando suficiente espacio entre ellas para que crezcan durante el horneado. Espolvorea cada bola generosamente con azúcar para crear una capa crujiente y dulce en la parte superior de los bollos.
9. Segunda fermentación
Deja reposar los bollos ya formados durante 15-20 minutos para que vuelvan a crecer un poco antes de hornearlos. Esto permitirá que se inflen bien en el horno y adquieran una textura suave.
10. Hornear
Precalienta el horno a 180°C (350°F). Hornea los bollos durante 15-20 minutos, o hasta que estén dorados por encima y cocidos por dentro. Si lo deseas, puedes girar la bandeja a la mitad del tiempo para asegurar una cocción uniforme.
11. Dejar enfriar
Una vez horneados, retira los bollos del horno y déjalos enfriar un poco antes de comerlos. El chocolate en el interior estará muy caliente, por lo que es importante darles unos minutos para que el relleno se enfríe ligeramente.
Sugerencias para Servir y Acompañar
Los bollos de azúcar rellenos de chocolate son ideales para cualquier ocasión. Aquí te damos algunas ideas para acompañarlos y servirlos:
- Café o té: Estos bollos son perfectos para acompañar una taza de café caliente o té, ya sea en el desayuno o la merienda.
- Leche caliente: Para los más pequeños (y no tan pequeños), un vaso de leche tibia combina a la perfección con el sabor dulce y el chocolate derretido.
- Salsa de chocolate: Si quieres añadir un toque extra de indulgencia, acompaña los bollos con una salsa de chocolate para sumergirlos.
Variaciones de la Receta
- Bollos rellenos de crema de avellanas: En lugar de chocolate en trozos, puedes rellenar los bollos con una cucharada de crema de avellanas para un sabor más cremoso y dulce.
- Bollos con chocolate blanco: Para una versión diferente, utiliza trozos de chocolate blanco en lugar de chocolate negro o con leche.
- Relleno de frutas: Si prefieres algo menos dulce, puedes rellenar los bollos con mermelada o frutas como fresas o frambuesas.
Beneficios para la Salud
Aunque los bollos rellenos de chocolate son una indulgencia, puedes ajustar algunos ingredientes para hacerlos un poco más saludables. Por ejemplo:
- Usar chocolate con alto contenido de cacao: El chocolate con 70% o más de cacao tiene menos azúcar y más antioxidantes.
- Reducir la cantidad de azúcar en la masa: Si prefieres una versión menos dulce, puedes reducir la cantidad de azúcar en la masa sin afectar demasiado el sabor.
- Harina integral: Para añadir más fibra, puedes sustituir una parte de la harina de trigo por harina integral.
Preguntas Frecuentes (FAQs)
1. ¿Puedo usar otro tipo de chocolate?
Sí, puedes usar chocolate negro, con leche o incluso blanco. También puedes probar con chocolate con sabor a menta o naranja para darle un toque diferente.
2. ¿Cómo puedo conservar los bollos?
Los bollos se conservan mejor en un recipiente hermético a temperatura ambiente durante 2-3 días. También puedes congelarlos una vez que estén completamente fríos y recalentarlos cuando desees consumirlos.
3. ¿Puedo hacerlos sin huevo?
Sí, puedes sustituir el huevo por una mezcla de semillas de lino con agua o utilizar un sustituto de huevo comercial.
4. ¿Es necesario amasar la masa?
El amasado es importante para desarrollar el gluten en la masa, lo que le da la textura esponjosa a los bollos. Si no amasas lo suficiente, la masa puede quedar densa.
Conclusión
Los bollos de azúcar rellenos de chocolate son un postre o merienda ideal para los amantes del chocolate y de los panes caseros. Su elaboración es sencilla y el resultado es una combinación perfecta de suavidad y dulzura, con un relleno que encantará a todos. Puedes personalizarlos según tus preferencias y disfrutarlos en cualquier momento del día.
PrintBollos de Azúcar Rellenos de Chocolate: Delicia Casera para los Amantes del Chocolate
Ingredients
- 500 g de harina de trigo
- 100 g de azúcar
- 7 g de levadura seca
- 250 ml de leche tibia
- 75 g de mantequilla derretida
- 1 huevo
- 1 pizca de sal
- 1 cucharadita de extracto de vainilla (opcional)
- 150 g de chocolate negro o con leche (en trozos o barras pequeñas)
- Azúcar extra para espolvorear
Opciones de chocolate:
- Chocolate negro: Para un sabor más intenso y un toque menos dulce.
- Chocolate con leche: Si prefieres un sabor más suave y dulce.
Instructions
1. Preparar los ingredientes secos
En un bol grande, mezcla los 500 g de harina de trigo, los 100 g de azúcar, los 7 g de levadura seca y una pizca de sal. Estos ingredientes secos serán la base de la masa de los bollos.
2. Mezclar los ingredientes líquidos
En otro bol, combina los ingredientes líquidos: los 250 ml de leche tibia, los 75 g de mantequilla derretida, el huevo batido y, si decides usarlo, la cucharadita de extracto de vainilla. Asegúrate de que la leche esté tibia, no caliente, para activar correctamente la levadura.
3. Incorporar los ingredientes líquidos a los secos
Vierte la mezcla de líquidos sobre los ingredientes secos. Comienza a mezclar con una cuchara de madera o con tus manos hasta que todos los ingredientes se integren y obtengas una masa suave. Si la masa está muy pegajosa, añade un poco más de harina (solo lo necesario), pero trata de mantener la masa lo más suave posible para que los bollos sean esponjosos.
4. Amasar la masa
Coloca la masa en una superficie ligeramente enharinada y amásala durante 8-10 minutos, o hasta que esté elástica y suave. Este proceso es crucial para desarrollar el gluten en la masa, lo que hará que los bollos tengan una textura ligera y esponjosa.
5. Dejar reposar la masa
Una vez amasada, coloca la masa en un bol grande previamente engrasado con un poco de aceite o mantequilla. Cúbrela con un paño húmedo o plástico y déjala reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora, o hasta que haya doblado su tamaño.
6. Preparar el relleno de chocolate
Mientras la masa reposa, corta el chocolate en trozos pequeños o utiliza barras de chocolate ya preparadas. Esta será la sorpresa en el centro de cada bollo.
7. Formar los bollos
Cuando la masa haya doblado su tamaño, desgasifícala presionando suavemente para liberar el aire atrapado. Divide la masa en 12 porciones iguales (aproximadamente), formando pequeñas bolas. Aplana ligeramente cada porción y coloca un trozo de chocolate en el centro. Luego, cierra la masa asegurándote de sellar bien el chocolate dentro para que no se salga durante el horneado.
8. Colocar los bollos en la bandeja
Coloca las bolas de masa rellenas en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino, dejando suficiente espacio entre ellas para que crezcan durante el horneado. Espolvorea cada bola generosamente con azúcar para crear una capa crujiente y dulce en la parte superior de los bollos.
9. Segunda fermentación
Deja reposar los bollos ya formados durante 15-20 minutos para que vuelvan a crecer un poco antes de hornearlos. Esto permitirá que se inflen bien en el horno y adquieran una textura suave.
10. Hornear
Precalienta el horno a 180°C (350°F). Hornea los bollos durante 15-20 minutos, o hasta que estén dorados por encima y cocidos por dentro. Si lo deseas, puedes girar la bandeja a la mitad del tiempo para asegurar una cocción uniforme.
11. Dejar enfriar
Una vez horneados, retira los bollos del horno y déjalos enfriar un poco antes de comerlos. El chocolate en el interior estará muy caliente, por lo que es importante darles unos minutos para que el relleno se enfríe ligeramente.