Queque Casero: Un Clásico de la Repostería

Introducción:

El queque casero es una receta tradicional y deliciosa que se ha transmitido de generación en generación. Su preparación sencilla y sus ingredientes básicos lo convierten en un favorito para cualquier ocasión. Ya sea para acompañar un café o té, o como postre en una comida familiar, este queque nunca decepciona. En este artículo, te llevaré a través de todos los detalles para que puedas prepararlo en casa fácilmente y sorprender a tus seres queridos.

Historia y Origen:

El queque, como lo conocemos en muchos países de habla hispana, tiene su origen en las recetas de pasteles europeas que llegaron a América Latina durante la época colonial. Aunque la receta ha sido adaptada en cada país con ingredientes locales, su esencia ha permanecido inalterada. A lo largo de los años, el queque casero ha adquirido variaciones según la región, pero sigue siendo un símbolo de la repostería hogareña.

Ingredientes:

Para hacer este queque casero tradicional, necesitarás los siguientes ingredientes básicos:

  • 200 g de azúcar
  • 4 huevos
  • 250 g de harina de trigo
  • 200 g de mantequilla a temperatura ambiente
  • 1 cucharadita de polvo de hornear (levadura química)
  • 1 pizca de sal
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • 120 ml de leche

Preparación del Queque Casero:

1. Precalienta el horno:

Antes de comenzar con la mezcla de los ingredientes, es importante precalentar el horno a 180°C (350°F). Esto asegura que el horno esté a la temperatura adecuada cuando el queque esté listo para hornear. Además, engrasa y enharina un molde adecuado para queque. Puede ser un molde redondo de 24 cm de diámetro o un molde rectangular de 20×10 cm, dependiendo de tu preferencia.

2. Tamiza los ingredientes secos:

En un bol, tamiza la harina, el polvo de hornear y la pizca de sal. Este paso es crucial para evitar que se formen grumos en la mezcla final y para que el queque quede ligero y esponjoso. Una vez tamizados, reserva estos ingredientes para más adelante.

3. Bate la mantequilla y el azúcar:

En otro bol, bate la mantequilla y el azúcar hasta que la mezcla tenga una textura cremosa y suave. Este paso es fundamental para que el queque adquiera una buena consistencia y sea esponjoso. Puedes usar una batidora eléctrica o hacerlo a mano con una espátula de madera, aunque con la batidora obtendrás mejores resultados en menos tiempo.

4. Incorpora los huevos:

Añade los huevos de uno en uno, asegurándote de batir bien después de cada adición. Es importante que los huevos se integren completamente en la mezcla de mantequilla y azúcar para obtener una masa homogénea.

5. Agrega la esencia de vainilla:

Una vez que los huevos estén completamente integrados, añade la esencia de vainilla y mezcla bien. La vainilla le da un sabor clásico y delicioso al queque, aunque si prefieres otro tipo de esencia, como almendra o limón, también puedes usarla.

6. Integra los ingredientes secos y la leche:

Es el momento de combinar los ingredientes secos con los líquidos. Para esto, agrega la mezcla de harina en tres partes alternando con la leche. Comienza con un tercio de la mezcla de harina, luego añade la mitad de la leche, sigue con otro tercio de harina, el resto de la leche y finalmente el último tercio de harina. Mezcla suavemente con movimientos envolventes para evitar que se desarrollen demasiado los gluten de la harina, lo que podría hacer que el queque quede denso en lugar de esponjoso.

7. Vierte la mezcla en el molde:

Una vez que la masa esté bien integrada, viértela en el molde previamente engrasado y enharinado. Usa una espátula para alisar la superficie de la mezcla de modo que el queque suba de manera uniforme durante el horneado.

8. Hornea el queque:

Coloca el molde en el horno y hornea por 45-50 minutos. El tiempo puede variar ligeramente dependiendo de tu horno, así que asegúrate de hacer la prueba del palillo: inserta un palillo en el centro del queque y si sale limpio, significa que está listo.

9. Deja enfriar:

Cuando el queque esté listo, retíralo del horno y déjalo enfriar en el molde por unos 10 minutos. Esto permite que el queque se asiente un poco antes de desmoldarlo. Luego, desmóldalo con cuidado y colócalo sobre una rejilla para que se enfríe completamente antes de cortarlo.

Variaciones del Queque Casero:

El queque es una receta versátil que puedes adaptar según tus preferencias o lo que tengas en la despensa. Aquí te mencionamos algunas variaciones:

  • Queque de naranja: Sustituye la leche por jugo de naranja fresco y añade la ralladura de una naranja para darle un toque cítrico.
  • Queque marmoleado: Separa una parte de la masa y mezcla con cacao en polvo. Luego, alterna capas de masa blanca y de cacao en el molde y utiliza un palillo para crear un efecto marmoleado.
  • Queque de zanahoria: Añade zanahoria rallada a la mezcla para un queque más saludable. También puedes agregar nueces o pasas.

Consejos para Servir y Acompañar:

Este queque casero es ideal para servir en rebanadas acompañadas de una taza de café, té o chocolate caliente. También puedes decorarlo con un poco de azúcar glas espolvoreada por encima o incluso acompañarlo con una bola de helado de vainilla si quieres algo más indulgente.

Beneficios para la Salud:

Aunque el queque casero no es precisamente un alimento bajo en calorías, tiene algunos aspectos positivos si lo comparamos con las versiones comerciales:

  • Sin conservantes: Al hacerlo en casa, evitas el uso de conservantes y aditivos artificiales que suelen encontrarse en los queques industrializados.
  • Personalización de ingredientes: Puedes controlar la cantidad de azúcar y optar por ingredientes más saludables, como harinas integrales o aceites más ligeros si prefieres una versión más saludable.

Preguntas Frecuentes:

¿Puedo usar harina integral en lugar de harina de trigo refinada?

Sí, puedes sustituir la harina de trigo por harina integral, aunque el resultado será un queque un poco más denso. Para un mejor balance, puedes usar mitad harina integral y mitad harina de trigo.

¿Es necesario usar mantequilla o puedo sustituirla por aceite?

La mantequilla le da una textura y sabor particular al queque, pero si prefieres, puedes sustituirla por la misma cantidad de aceite vegetal. Esto le dará un sabor más suave y una textura ligeramente diferente.

¿Cuánto tiempo dura el queque casero?

Un queque casero bien almacenado puede durar de 3 a 4 días a temperatura ambiente, siempre que se guarde en un recipiente hermético para que no se seque.

Conclusión:

El queque casero es una receta sencilla, deliciosa y adaptable a todos los gustos. Ya sea en su versión clásica o con algunas variaciones, siempre es una opción excelente para disfrutar en familia o con amigos. Con ingredientes básicos que probablemente ya tienes en casa, puedes preparar este queque en poco tiempo y con resultados maravillosos. ¡Anímate a probarlo y sorprende a todos con tus habilidades reposteras!

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Queque Casero: Un Clásico de la Repostería


  • Author: Sofia

Ingredients

Scale
  • 200 g de azúcar
  • 4 huevos
  • 250 g de harina de trigo
  • 200 g de mantequilla a temperatura ambiente
  • 1 cucharadita de polvo de hornear (levadura química)
  • 1 pizca de sal
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • 120 ml de leche

Instructions

1. Precalienta el horno:

Antes de comenzar con la mezcla de los ingredientes, es importante precalentar el horno a 180°C (350°F). Esto asegura que el horno esté a la temperatura adecuada cuando el queque esté listo para hornear. Además, engrasa y enharina un molde adecuado para queque. Puede ser un molde redondo de 24 cm de diámetro o un molde rectangular de 20×10 cm, dependiendo de tu preferencia.

2. Tamiza los ingredientes secos:

En un bol, tamiza la harina, el polvo de hornear y la pizca de sal. Este paso es crucial para evitar que se formen grumos en la mezcla final y para que el queque quede ligero y esponjoso. Una vez tamizados, reserva estos ingredientes para más adelante.

3. Bate la mantequilla y el azúcar:

En otro bol, bate la mantequilla y el azúcar hasta que la mezcla tenga una textura cremosa y suave. Este paso es fundamental para que el queque adquiera una buena consistencia y sea esponjoso. Puedes usar una batidora eléctrica o hacerlo a mano con una espátula de madera, aunque con la batidora obtendrás mejores resultados en menos tiempo.

4. Incorpora los huevos:

Añade los huevos de uno en uno, asegurándote de batir bien después de cada adición. Es importante que los huevos se integren completamente en la mezcla de mantequilla y azúcar para obtener una masa homogénea.

5. Agrega la esencia de vainilla:

Una vez que los huevos estén completamente integrados, añade la esencia de vainilla y mezcla bien. La vainilla le da un sabor clásico y delicioso al queque, aunque si prefieres otro tipo de esencia, como almendra o limón, también puedes usarla.

6. Integra los ingredientes secos y la leche:

Es el momento de combinar los ingredientes secos con los líquidos. Para esto, agrega la mezcla de harina en tres partes alternando con la leche. Comienza con un tercio de la mezcla de harina, luego añade la mitad de la leche, sigue con otro tercio de harina, el resto de la leche y finalmente el último tercio de harina. Mezcla suavemente con movimientos envolventes para evitar que se desarrollen demasiado los gluten de la harina, lo que podría hacer que el queque quede denso en lugar de esponjoso.

7. Vierte la mezcla en el molde:

Una vez que la masa esté bien integrada, viértela en el molde previamente engrasado y enharinado. Usa una espátula para alisar la superficie de la mezcla de modo que el queque suba de manera uniforme durante el horneado.

8. Hornea el queque:

Coloca el molde en el horno y hornea por 45-50 minutos. El tiempo puede variar ligeramente dependiendo de tu horno, así que asegúrate de hacer la prueba del palillo: inserta un palillo en el centro del queque y si sale limpio, significa que está listo.

9. Deja enfriar:

Cuando el queque esté listo, retíralo del horno y déjalo enfriar en el molde por unos 10 minutos. Esto permite que el queque se asiente un poco antes de desmoldarlo. Luego, desmóldalo con cuidado y colócalo sobre una rejilla para que se enfríe completamente antes de cortarlo.

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