La Tarta de Queso de la Abuela es una receta clásica que no pasa de moda. Con una base crujiente de galleta, un relleno suave y cremoso de queso, y la opción de cubrirla con mermelada de frutas, esta tarta es perfecta para cualquier ocasión. Además, es fácil de preparar y no requiere ingredientes difíciles de encontrar. En esta receta, te explicaremos paso a paso cómo lograr una tarta de queso digna de una celebración familiar.
Resumen de la receta
La receta de Tarta de Queso de la Abuela se elabora con una base de galletas trituradas y mantequilla, un relleno suave a base de queso crema, huevos, nata y azúcar, y la opción de añadir una cobertura de mermelada de frutas. Se hornea en el horno hasta obtener una textura firme pero suave, y se sirve fría. Es una tarta ideal para reuniones familiares, fiestas o para disfrutar como un postre casero fácil y delicioso.
Historia y Origen
Las tartas de queso tienen una larga tradición que se remonta a la antigua Grecia. De hecho, el pastel de queso era considerado un alimento energético en los Juegos Olímpicos de la antigüedad. Con el tiempo, la receta fue adoptada por los romanos y luego se difundió por Europa. En cada región, las tartas de queso fueron adaptándose a los ingredientes locales.
La Tarta de Queso de la Abuela es una versión casera y tradicional que destaca por su sencillez y el cariño con el que se prepara. Se ha convertido en un postre favorito en muchos hogares, y cada familia tiene su propia versión. En esta receta, los ingredientes básicos como el queso crema y las galletas tipo María crean una tarta suave y sabrosa que evoca los sabores familiares de toda la vida.
Ingredientes
Para preparar esta deliciosa tarta de queso necesitarás los siguientes ingredientes:
Para la base:
- 200 g de galletas tipo María o digestivas: Estas galletas proporcionan una base crujiente y deliciosa.
- 100 g de mantequilla derretida: La mantequilla ayuda a compactar las galletas y formar una base firme.
Para el relleno:
- 500 g de queso crema (tipo Philadelphia): El ingrediente principal que le da a la tarta su textura suave y cremosa.
- 200 g de azúcar: Para endulzar el relleno.
- 3 huevos: Los huevos ayudan a darle estructura al relleno.
- 200 ml de nata (crema de leche): Aporta suavidad y cremosidad a la mezcla.
- 1 cucharada de harina de trigo: Para estabilizar la mezcla.
- 1 cucharadita de esencia de vainilla o ralladura de limón (opcional): Para darle un toque de sabor extra.
Para la cobertura (opcional):
- Mermelada de fresa, frambuesa o arándanos: Agrega una capa de frescura y dulzura al finalizar.
Instrucciones
Paso 1: Preparación de la base de galletas
1. Triturar las galletas
- Coloca las galletas tipo María o digestivas en una bolsa de plástico y aplástalas con un rodillo hasta que queden en migas finas. También puedes usar un procesador de alimentos para facilitar el trabajo.
2. Mezclar con la mantequilla
- En un bol, combina las galletas trituradas con la mantequilla derretida. Mezcla bien hasta obtener una textura húmeda, que pueda ser compactada fácilmente.
3. Formar la base
- Toma un molde desmontable (de unos 22-24 cm de diámetro) y cúbrelo con papel de horno. Luego, presiona la mezcla de galletas en el fondo del molde, asegurándote de que quede firme y bien distribuida. Lleva la base al refrigerador mientras preparas el relleno.
Paso 2: Preparación del relleno
4. Batir el queso crema
- En un bol grande, bate el queso crema con el azúcar hasta que obtengas una mezcla suave y sin grumos. Puedes usar una batidora eléctrica para facilitar este paso.
5. Añadir los huevos
- Añade los huevos de uno en uno, batiendo bien después de cada adición. Asegúrate de que cada huevo esté completamente integrado antes de añadir el siguiente.
6. Agregar la nata y la harina
- Incorpora la nata (crema de leche), la cucharada de harina y la esencia de vainilla o ralladura de limón si decides usarlas. Bate bien hasta que la mezcla esté completamente homogénea.
Paso 3: Montaje y cocción
7. Verter el relleno
- Saca la base de galletas del refrigerador y vierte la mezcla de queso encima, alisando la superficie con una espátula.
8. Hornear
- Precalienta el horno a 180°C. Hornea la tarta durante 45-50 minutos, o hasta que veas que los bordes están firmes pero el centro aún tiene un ligero temblor. Si ves que la parte superior comienza a dorarse demasiado, puedes cubrir la tarta con papel de aluminio para evitar que se queme.
9. Enfriar
- Una vez que la tarta esté lista, retírala del horno y déjala enfriar a temperatura ambiente. Luego, refrigérala durante al menos 4 horas, o mejor aún, toda la noche para que los sabores se asienten y la tarta adquiera la consistencia perfecta.
Paso 4: Preparar la cobertura (opcional)
10. Añadir mermelada
- Si lo deseas, puedes cubrir la tarta con una capa de mermelada de fresa, frambuesa o arándanos justo antes de servir. La acidez de la fruta complementará perfectamente la suavidad de la tarta.
Paso 5: Servir
11. Disfrutar
- Sirve la tarta bien fría, acompañada de un buen café, té o una bebida refrescante. Cada bocado te recordará a los postres tradicionales y familiares.
Variaciones de la receta
- Tarta de queso con chocolate: Si te encanta el chocolate, puedes añadirle a la mezcla de queso unas cucharadas de cacao en polvo o incluso una capa de ganache de chocolate como cobertura.
- Tarta de queso con frutos secos: Puedes incorporar nueces o almendras troceadas a la base de galletas para darle un toque crujiente.
- Tarta de queso sin azúcar: Para una versión más saludable, sustituye el azúcar por edulcorantes naturales como stevia o eritritol.
Beneficios para la salud
La Tarta de Queso de la Abuela es un postre delicioso que, con algunas modificaciones, puede formar parte de una dieta equilibrada:
- Queso crema: Aporta proteínas y calcio, beneficiosos para los huesos.
- Nata y huevos: Son fuentes de grasa y proteínas que, en cantidades moderadas, son importantes para el funcionamiento adecuado del cuerpo.
- Opción de mermelada casera: Si eliges hacer tu propia mermelada con menos azúcar, puedes reducir el contenido calórico y de azúcares añadidos.
Preguntas frecuentes
¿Puedo congelar la tarta de queso?
Sí, puedes congelarla. Es recomendable hacerlo sin la mermelada. Para congelar, envuélvela bien en plástico film y luego en papel de aluminio. Al descongelarla, déjala en el refrigerador durante varias horas.
¿Cuánto tiempo dura la tarta en el refrigerador?
La tarta de queso puede conservarse en el refrigerador, cubierta, hasta por 4-5 días. Asegúrate de mantenerla bien tapada para que no absorba olores de otros alimentos.
¿Qué tipo de queso crema debo usar?
Lo ideal es utilizar queso crema tipo Philadelphia, pero puedes optar por otras marcas siempre que tengan una consistencia similar y no sean demasiado saladas.
Conclusión
La Tarta de Queso de la Abuela es un postre clásico, fácil de hacer y siempre satisfactorio. Su combinación de una base crujiente, un relleno cremoso y la opción de agregar una capa de mermelada de frutas la convierte en una opción perfecta para reuniones familiares, celebraciones o simplemente para darte un gusto en casa. ¡Prueba esta receta y revive los sabores tradicionales que nos transportan a las cocinas de nuestras abuelas!
PrintTarta de Queso de la Abuela
Ingredients
Para la base:
- 200 g de galletas tipo María o digestivas: Estas galletas proporcionan una base crujiente y deliciosa.
- 100 g de mantequilla derretida: La mantequilla ayuda a compactar las galletas y formar una base firme.
Para el relleno:
- 500 g de queso crema (tipo Philadelphia): El ingrediente principal que le da a la tarta su textura suave y cremosa.
- 200 g de azúcar: Para endulzar el relleno.
- 3 huevos: Los huevos ayudan a darle estructura al relleno.
- 200 ml de nata (crema de leche): Aporta suavidad y cremosidad a la mezcla.
- 1 cucharada de harina de trigo: Para estabilizar la mezcla.
- 1 cucharadita de esencia de vainilla o ralladura de limón (opcional): Para darle un toque de sabor extra.
Para la cobertura (opcional):
- Mermelada de fresa, frambuesa o arándanos: Agrega una capa de frescura y dulzura al finalizar.
Instructions
Paso 1: Preparación de la base de galletas
1. Triturar las galletas
- Coloca las galletas tipo María o digestivas en una bolsa de plástico y aplástalas con un rodillo hasta que queden en migas finas. También puedes usar un procesador de alimentos para facilitar el trabajo.
2. Mezclar con la mantequilla
- En un bol, combina las galletas trituradas con la mantequilla derretida. Mezcla bien hasta obtener una textura húmeda, que pueda ser compactada fácilmente.
3. Formar la base
- Toma un molde desmontable (de unos 22-24 cm de diámetro) y cúbrelo con papel de horno. Luego, presiona la mezcla de galletas en el fondo del molde, asegurándote de que quede firme y bien distribuida. Lleva la base al refrigerador mientras preparas el relleno.
Paso 2: Preparación del relleno
4. Batir el queso crema
- En un bol grande, bate el queso crema con el azúcar hasta que obtengas una mezcla suave y sin grumos. Puedes usar una batidora eléctrica para facilitar este paso.
5. Añadir los huevos
- Añade los huevos de uno en uno, batiendo bien después de cada adición. Asegúrate de que cada huevo esté completamente integrado antes de añadir el siguiente.
6. Agregar la nata y la harina
- Incorpora la nata (crema de leche), la cucharada de harina y la esencia de vainilla o ralladura de limón si decides usarlas. Bate bien hasta que la mezcla esté completamente homogénea.
Paso 3: Montaje y cocción
7. Verter el relleno
- Saca la base de galletas del refrigerador y vierte la mezcla de queso encima, alisando la superficie con una espátula.
8. Hornear
- Precalienta el horno a 180°C. Hornea la tarta durante 45-50 minutos, o hasta que veas que los bordes están firmes pero el centro aún tiene un ligero temblor. Si ves que la parte superior comienza a dorarse demasiado, puedes cubrir la tarta con papel de aluminio para evitar que se queme.
9. Enfriar
- Una vez que la tarta esté lista, retírala del horno y déjala enfriar a temperatura ambiente. Luego, refrigérala durante al menos 4 horas, o mejor aún, toda la noche para que los sabores se asienten y la tarta adquiera la consistencia perfecta.
Paso 4: Preparar la cobertura (opcional)
10. Añadir mermelada
- Si lo deseas, puedes cubrir la tarta con una capa de mermelada de fresa, frambuesa o arándanos justo antes de servir. La acidez de la fruta complementará perfectamente la suavidad de la tarta.
Paso 5: Servir
11. Disfrutar
- Sirve la tarta bien fría, acompañada de un buen café, té o una bebida refrescante. Cada bocado te recordará a los postres tradicionales y familiares.